A Vitor Roque le han bastado unos pocos entrenamientos a las órdenes de Manuel Pellegrini y algo más de media hora en su primer partido oficial con el Real Betis en el Santiago Bernabéu para rendirse al club heliopolitano, que lo rescató de un FC Barcelona en el que su futuro no pintaba demasiado bien. Sin casi oportunidades a las órdenes de Xavi Hernández y apenas oportunidades en pretemporada con Hansi Flick, el ariete de Timóteo vio el cielo abierto con la visita a su casa de los tres emisarios verdiblancos para convencerle. Ramón Alarcón, Manu Fajardo y Joaquín Sánchez le hablaron maravillas del Benito Villamarín, de la capital andaluza y de la entidad de La Palmera, por lo que el ex del Athletico Paranaense comunicó a sus jefes culés que sólo aceptaría esa salida. Finalmente, se cerró un trato en condiciones más que satisfactorias: cesión no remunerada (más que la asunción de su salario completo de tres millones de euros brutos), prorrogable hasta 2026 y una opción de compra cifrada en 25 millones más variables por el 80% de sus derechos.
Nada mal para una estrella emergente del fútbol brasileño que, a sus 19 años, generó una venta cifrada en 32 millones fijos y 30 en bonus, ocho de ellos de fácil cumplimiento. Ahora, echando la vista atrás y antes de que arranque definitivamente tras el parón de selecciones su etapa en el Real Betis, el atacante lideró, brazalete incluido, a la 'verde-amarelha' sub 20 durante un amistoso frente a México que terminó con 2-1 a favor de los brasileños. Tras este compromiso, Vitor Roque habló alto y claro de su frustración y del trato recibido en la Ciudad Condal: "Fue un poco complicado para mí. Tuve algunas oportunidades, pero no de la manera que pensé que serían. Tengo la cabeza despejada. Ahora estoy centrado en el Betis y siempre doy gracias a Dios por la oportunidad de volver a vestir la camiseta de la 'seleção', sin importar la categoría. Por supuesto, el sueño de todos es estar en la principal, pero es parte del proceso, y siempre he respetado el proceso y lo respeto. Siempre es un placer estar aquí y estoy feliz de tener la oportunidad de nuevo".
Cuestionado por su salida y su posible regreso en el futuro al Barça, el punta prefirió no ahondar en la herida: "Hoy pienso en el Betis, sólo en el Betis. Espero tener una excelente temporada allí. Estoy concentrado en eso y, si Dios quiere y las cosas van bien y sigo trabajando duro y con humildad, las cosas se darán naturalmente. Ir al Barcelona fue un sueño hecho realidad, simplemente estar allí. No culpo a nadie. Quizás tenga que culparme por no hacer las cosas bien. Pero ahora estoy feliz en el Betis, que es lo más importante. Creo que (el salto) es muy difícil. Salí muy joven y fui directo a un club grande. A veces no ves lo que hay dentro, la forma en que te trata la gente. A veces mi cabeza no se siente bien; trato de trabajar mi psicología tanto como sea posible. Pero a veces es difícil, es duro. Y los propios periodistas no entienden, sino que simplemente hablan de ello desde su terreno. Si no estás bien, siempre juzgarán y no verán lo que rodea todo eso. Pero ahora tengo la cabeza despejada; eso es lo más importante".