Está caldeado el ambiente en el barrio de Heliópolis. No es para menos después de la contundente derrota con la que el Real Betis cayó eliminado en Montjuic ante el FC Barcelona (5-1) en una semana donde otro tropiezo ante el Real Valladolid en el José Zorrilla (1-0) sentó los precedentes. Animados por el delicado momento de forma que atraviesa el equipo a nivel competitivo, teniendo en cuenta que la última victoria en calidad de local data del pasado 27 de octubre ante el Atlético de Madrid, el prólogo del duelo ante el Deportivo Alavés dejó un episodio que dará que hablar en los próximos días. A medida que se fueron llenando las gradas del Estadio Benito Villamarín se fue alimentando el murmullo entre los hinchas. Con pitos recibieron a los guardametas Fran Vieites, Adrián San Miguel y Germán durante el calentamiento. También lo recibieron el resto de integrantes de la plantilla cuando saltaron al césped pocos minutos después. Fue, sin lugar a dudas, un aviso a navegantes de los aficionados béticos, dado que lo "mejor" estaba aún por llegar.
Abarrotado ya como es habitual el coliseo verdiblanco y engalanado con bufandas y banderas en mano para el Himno, no fueron pocos los que decidieron mostrar su rechazo a través de pitos, rompiendo con la armonía que la mayoría trataba de crear. Si bien, tal y como captaron las cámaras de ESTADIO Deportivo, no dudaron sumarse tras la banda sonora a los cánticos iniciados por los ultras ubicados en la Grada de Gol Sur. En este sentido, el reproche fue hacia el actual Consejo de Administración, presidido por Ángel Haro García y José Miguel López Catalán. Gritos rotundos de "Directiva, dimisión", algo que no sucedía desde hace prácticamente una década y con el que los hinchas mostraron su profundo malestar por la situación. Acto seguido, desde el mismo pulmón del Villamarín personificaron en la persona del Presidente la cólera por los malos resultados y le dedicaron el siguiente cántico: "Haro, salta al campo y mete un gol".
Bien enfadado el colectivo, no fueron pocas las veces que se giraron hacia la directiva durante el comienzo del choque para mostrar su enfado, así como también hacia el plantel bético. Con el balón rodando, la tensión se incrementó. Así, el clima originado en la tarde de este sábado fue una clara señal del descontento con el Real Betis, eliminado de Copa y en la 11ª posición de la tabla. Exige soluciones el beticismo.