El Betis trata de avanzar en una planificación que se ve condicionada por las salidas de jugadores como William Carvalho, Juanmi o Nabil Fekir. Desprenderse de sus elevados salarios se antoja crucial para rematar la plantilla y proceder a la inscripción de los seis fichajes ya concretados, lo cual está asegurado, aunque aún deben llegar al menos un central y un delantero, sin descartar también novedades en la portería, el lateral derecho o el centro del campo.
Como viene quedando patente en los amistosos de pretemporada, una de las principales carencias se centran en la vanguardia. Pellegrini ya mandó un mensaje a la dirección deportiva al colocar como delantero a Aitor Ruibal ante el Manchester United, siendo Assane Diao el elegido para ocupar la punta de lanza de inicio ante el Cádiz. Con Bakambu lesionado y tras las salidas de Willian José y Borja Iglesias, el técnico chileno busca alternativas a 'Chimy' Ávila, el único ariete específico con el que cuenta.
Como todos en el seno del conjunto verdiblanco, el 'Ingeniero' aguarda como agua de mayo que Ayoze pueda estar disponible lo antes posible, tras incorporarse al 'stage' de Marbella y entrenarse al margen en las primeras sesiones. Qué duda cabe de que, a la espera de refuerzos, el tinerfeño está llamado a ser de nuevo una de las grandes bazas ofensivas del equipo. Pero lo cierto es que su futuro sigue sin resolverse, lo que acrecienta el temor de todos en Heliópolis.
Tras proclamarse campeón de la Eurocopa, el ex del Newcastle vive un momento dulce y quiere, a sus 31 años, aprovecharlo a nivel monetario. Para ello, como ya informó ESTADIO Deportivo, estaba previsto que ambas partes se sentaran a negociar esta semana, tras volver el equipo de Estados Unidos. El jugador quiere pasar a ser de los mejores pagados del segundo escalón salarial (sino el que más) y eso supondría un aumento de unos 800.000 euros netos por temporada (tiene firmado hasta 2027). No se quiere dilatar mucho más el asunto, pero de momento el acuerdo no llega, al no encontrar las fórmulas deseadas para esa subida de sueldo.
Para el Betis, la continuidad del internacional es una prioridad. Y el extremo también desea seguir vistiendo de verdiblanco. Pero a su puerta no paran de llamar clubes atraídos por su baja cláusula de rescisión, pues cualquiera que ponga sobre la mesa 4 millones de euros obligaría al conjunto heliopolitano a igualar el sueldo ofrecido, sin ser en realidad un derecho de tanteo como tal, porque la última palabra seguiría correspondiendo al canario.
Dicha cláusula, además, baja a 3 kilos para las propuestas procedentes de Arabia Saudí, con el Al-Shabab tras sus pasos, al igual que el Tigres mexicano o el Altanta United de la MLS, como ya apuntó ese diario. Pero el jugador ya ha rechazado una oferta del fútbol saudí y las mayores amenazas parecen estar en LaLiga. Ya sonó para el FC Barcelona y también para el Atlético de Madrid, pero la Cadena Cope informa de que el Villarreal ha vuelto a la carga, después de que ya compitiera con el Betis por su fichaje en el mercado invernal de la 22/23.
Además, días atrás se apuntó también que la Real Sociedad es otro de los que ha sondeado su incorporación, con el peligro añadido de que los donostiarras podría entrar en la puja con la cartera llena. No en vano, al traspaso de Le Normand al Atlético de Madrid por 34,5 millones más 5 en variables podrían sumarse en breve las ventas de Zubimendi, por el que el Liverpool podría pagar los 60 kilos de su cláusula, y Mikel Merino, que podría dejar otros 30 si se consuma su fichaje por el Arsenal.