Queda bastante tela que cortar, aunque el futuro de Álvaro Valles apunta lejos de la UD Las Palmas. Cortejado en enero por varios equipos, entre ellos un Nottingham Forest que llegó a poner sobre la mesa amarilla 20 millones de euros, el guardameta renovó automáticamente hasta 2025 por su regularidad bajo los palos grancanarios, aunque, como adelantó ESTADIO Deportivo, ya ha tomado la decisión de volver a casa, comunicando a sus jefes que no piensa escuchar otras ofertas y que desea firmar por el Real Betis, que le ofrece una reválida a la oportunidad que no pudo aprovechan la década pasada de triunfar en Heliópolis. Ahora, ambos clubes deberán ponerse de acuerdo, con un punto de partido muy elevado en la isla (12 kilos), pero con la sartén asida por el mango por parte de los otros protagonistas de lo que amenaza con convertirse en un 'culebrón'.
El rinconero, que iniciaba este lunes sus vacaciones, ya ha hecho lo que tenía que hacer. Le toca mover ficha a quienes mueven los hilos desde los despachos. Pero, aunque no descarta tener que regresar a principios de julio para iniciar la pretemporada a las órdenes del sustituto de García Pimienta a la espera de que se resuelva su traspaso, la decisión no tiene vuelta atrás. Y así lo evidenciaban las 'stories' de su pareja y madre de sus dos hijos, María Saravia, con la que contraerá matrimonio a finales de junio. Aunque no fue explícita ni añadió ningún comentario, sus publicaciones en Instagram acompañadas de emoticonos dejaban pistas sobre el futuro del cancerbero y, por ende, de toda la familia. La futura mujer de Valles se mostraba emocionada y agradecida en el Aeropuerto de Gran Canaria mientras facturaba las maletas y observaba la pista de aterrizaje desde el avión que les trasladaba al de San Pablo, en la capital hispalense.
Ya en su nuevo destino, que apunta a definitivo, Saravia sonreía en carretera tomando el desvío hacia el domicilio en La Vega del Guadalquivir de la familia de Álvaro. Una evidente declaración de intenciones que necesita del refrendo de las negociaciones a varias bandas entre UD Las Palmas y Real Betis, que tienen igualmente sobre la mesa un posible trato por Alberto Moleiro, condicionado a la venta de Nabil Fekir. Interesa a todos llevarse bien, claro, por el dinero que habría de por medio, valorando seguramente desde La Palmera que haya ciertas facilidades con el portero que debe relevar a Claudio Bravo antes de rascarse el bolsillo con el mediapunta, que no será precisamente barato.