Estaba siendo, sin duda, su año. En 2024 no sólo consolidó su salto al Betis Deportivo con apenas 18 años, sino que fue protagonista principal en la fase de ascenso a Primera RFEF y lo coronó en verano proclamándose, junto a sus compañeros Yanis Senhadji (cedido con opción de compra al CD Tenerife) y Assane Diao, campeón de Europa sub 19. Por si fuera poco, su reciente renovación hasta el 30 de junio de 2029 y su gran inicio de campaña en el filial le han abierto de par en par las puertas del primer equipo, pues Manuel Pellegrini pensó en él para ir cubriendo el hueco que deja en las bandas Rodri Sánchez, traspasado de manera extemporánea al Al-Arabi qatarí. Incluso, Jesús Rodríguez se estrenó con los grandes en una convocatoria frente al CD Leganés, aunque permaneció en el banquillo, y ahora esperaba la verdadera oportunidad de mostrar su calidad en Primera división, la Copa del Rey o la Conference League.
Parece que tendrá que esperar, ya que el extremo de Alcalá de Guadaíra se marchó lesionado este domingo en las postrimerías del encuentro entre los de Arzu y la AD Ceuta de José Juan Romero, que estuvo a punto de encauzar, como tantas otras veces (se marcó un golazo y una asistencia ante el Recreativo de Huelva), pero Marcos Fernández desaprovechó la pena máxima que había provocado su compañero a pase de Ismael Barea. Frenado a veces con doble marca y entradas contundentes, el atacante panadero tuvo la mala suerte de lastimarse en el minuto 81 en su pierna izquierda. Su reacción al marcharse para dejar su sitio a Joao Fersura, entre lágrimas y cubriéndose la cara, asustó a propios y extraños, aunque, según las primeras exploraciones, no parece que tenga nada muy grave, aunque no será hasta que este lunes se someta a unas pruebas de imagen más concretas cuando se conozca el alcance real de la dolencia.
Desde su entorno transmiten a ESTADIO Deportivo cautela, aunque ni mucho menos el pesimismo que sobrevolaba en las primeras horas de la tarde. El propio Jesús Rodríguez se encuentra ya más tranquilo, concienciado de que seguramente deba perderse algún partido, pero sin el dolor del primer momento en la zona del bíceps femoral, donde sintió un fuerte pinchazo. De si se trata de elongación o rotura dependerá el grado de la lesión y, por ende, el tiempo de baja del extremo, que ha activado inmediatamente el chip positivo y cruza los dedos, como todos los que le quieren y los que sienten en verdiblanco, para que las noticias a principios de la nueva semana no sean tan malas como se barruntaba en un primer momento.