Óscar Murillo3 min lecturaEl traspaso de Canales a Rayados queda sólo a expensas del finiquito que el cántabro tiene aún por firmar con el Real Betis. Así lo ha explicado este sábado en exclusiva para Multimedios Deportes, que ha desplazado un redactor a la capital hispalense, el presidente deportivo de Monterrey, José Antonio Noriega, que confirmaba la firma de todos los documentos del acuerdo entre ambos clubes, así como la parte concerniente al contrato del zurdo hasta 2026 con los mexicanos, que suelen realizar apoderados y representantes con firma electrónica, previa autorización del interesado. Y fue prudente y elegante el 'Tato', argumentando que el último trámite entre el '10' y el todavía dueño de sus derechos federativos debía resolverse a la llegada de la expedición verdiblanca, que aterriza a última hora de la noche en el Aeropuerto de San Pablo tras una semana de 'stage' en tierras inglesas. Esa gestión era perfectamente factible también a distancia.
Con el buen sabor de boca del triunfo frente al Middlesbrough (0-1), pero el regusto amargo de no haber podido participar aún para evitar lesiones y cualquier contingencia (también por su escaso ritmo, pues acaba de llegar de vacaciones), Canales pernoctará en su domicilio y gozará, como sus compañeros, del domingo libre, seguramente la jornada en la que todo se arregle. Pese a ser un día inoperativo por lo general en España a efectos administrativos, las urgencias de Rayados, cuyos responsables tienen vuelo de vuelta para este mismo día y querrían llevarse a su fichaje estrella para presentarlo el lunes en la capital de Nuevo León, deben producirse las reuniones necesarias entre el futbolista y sus asesores con los responsables heliopolitanos, ya que existe la comidilla, alimentada por algunos medios de comunicación aztecas, de que, una vez solventado el asunto de las garantías de pago, resta una cantidad pendiente (se habla de dos millones de euros) de pago al centrocampista que alguien ha de asumir.
Consultadas de nuevo todas las partes, no parece este escollo dramático para resolver el entuerto, por lo que, en principio, el trato sigue en marcha y también una despedida por todo lo alto fijada la semana entrante que contrasta con los deseos albiazules de llevarse a Canales cuanto antes al país norteamericano. Sea como fuere, salvo giro inesperado de guion, el segundo capitán verdiblanco se convertirá en cuestión de horas ya en el mejor pagado de la Liga MX (recibirá 15 millones de euros limpios en los próximos tres años), dejando, a sus 32 años, de manera inesperada en las arcas del Betis una plusvalía nada desdeñable: diez kilos fijos y siete en variables, cinco de ellas, al parecer, de fácil cumplimiento. La oficialidad se acerca.
