Diego Llorente es una de las seis incorporaciones que hasta el momento ha realizado el Betis de Manuel Pellegrini para la 24/25, temporada para la que los verdiblancos ya han alcanzado la norma del 1:1 y, por tanto, podrán inscribir a todos sus refuerzos para el inicio de curso. Un Diego Llorente que ha atendido a ESTADIO Deportivo durante el 'stage' de los heliopolitanos en Marbella. Una conversación tan interesante como extensa en la que el zaguero ha tratado un sinfín de aspectos, tanto en lo deportivo como en lo personal, así como ha recordado la final de Europa League que perdió ante el Sevilla con la Roma y que, en cierta manera, le deja cierto ánimo de revancha.
Diego Llorente se ha abierto en canal y que ante las cámaras de ED ha demostrado también su parte más personal, esa que habitualmente no sale tanto a relucir en el mundo del fútbol.
-¿Quién es Diego Llorente?- Es una persona muy normal, la verdad. Una persona a la que le gusta pasar desapercibida en su día a día. He estado ligado siempre al mundo del deporte desde pequeño, como ya he dicho en alguna entrevista. También tengo mi carrera universitaria, ya que tengo una vocación por la docencia importante. Y, bueno, soy una persona que intenta darle naturalidad en este mundo, que sí que es verdad que es algo alejado de la realidad. Digamos que vives como una burbuja en muchas cosas, pero soy un tipo muy muy familiar, muy tranquilo y me gusta pasar tiempo con los míos y estar tranquilo.
- Sí. Yo creo que si unimos el fútbol y también el mundo de la docencia y tal, pues podría seguir ligado de esa de esa forma al fútbol. Creo que en el fútbol base, al final es el futuro de los clubes. Es donde los clubes cada vez le dan más importancia, porque saben que de las canteras salen jugadores muy buenos. Creo que me gustaría en un futuro aportar toda mi experiencia y ver todo el margen de mejora y el potencial, ayudar a desarrollar todo ese potencial que tienen los los chavales jóvenes. Todavía no me lo planteo ni tal, pero sí que en un futuro me prepararé para ello.
- Sí, sí. A ver, yo ya lo sabía antes de venir aquí. Pero sí que es verdad que las cosas cuando se viven es cuando uno realmente se da cuenta. El otro día, sin ir más lejos, intenté salir andando desde el Benito Villamarín hasta el hotel que está a menos de 100 metros y bueno, fue una mala idea. Al final me reconocieron y me rodearon ahí. Yo encantado de hacerme fotos, porque no tengo ningún problema. Pero sí que es verdad que bueno, pensaba que esos entre 50 o 100 metros iban a ser tranquilos y no me iba a reconocer nadie. Era de noche y tal, pero sí, al final el beticismo se vive, te lo hacen sentir.Y esa responsabilidad pues yo creo que, como jugadores, lo único que podemos hacer es que cuando entremos en el campo desde el minuto uno, dar el máximo para representar lo mejor los valores béticos.
- Como visitante, siempre que entraba al estadio, cuando la afición corea el himno, pues es algo que no se olvida como visitante y como local puede ser una pasada. El otro día ya pude comprobarlo. Sí que es verdad que todavía no había toda la afición que pueda haber en un partido normal, pero fue una experiencia ya que me puso un poco en contacto con lo que puede llegar a ser. Así que nada, estoy muy agradecido por ese apoyo y como te he dicho, lo único que podemos hacer es devolver toda esa ilusión y todo ese ánimo que nos da la afición en forma de resultados y de rendimiento en el campo.
- Creo que con toda esa ilusión y ese ánimo que nos transmiten desde la grada, nosotros tenemos la responsabilidad de llevarlo al campo para que pase lo que pase, evidentemente queremos ganar todos los partidos, pero pero que nuestra afición se sienta orgullosa de lo que ve y sobre todo de la actitud que ve en el campo. Vamos a dejarnos la vida por este escudo.