El Real Betis se juega esta noche en la República Checa, ante el Mladá Boleslav, buena parte de sus opciones de lograr un billete directo para los octavos de final de la Conference League. Allí, la expedición verdiblanca se ha reencontrando con un viejo conocido como Alois Grussmann, uno de los tres jugadores checos que militaron en el conjunto de las trece barras en la lejana campaña 91/92, junto a Michel Bilek y Roman Kukleta, con el eslovaco Josef Jarabinsky en el banquillo.
Tras su paso por Heliópolis en aquella temporada, en la que hizo 8 goles en 38 partidos en Segunda división, Grussmann regresó a su país y siguió en activo hasta 2011, con un breve paréntesis en Austria, hasta que colgó las botas en el modesto Fotbal Trinec. Luego comenzó una carrera como entrenador que abandonó para convertirse en director deportivo; primero al frente del Opava y desde 2020 en el Banik Ostrava.
"Es un trabajo más tranquilo, me ha ido bien en el Banik y el equipo terminó quinto en el último año. Busco talentos en toda Europa, trato de ver qué jugadores hay en el mercado", ha asegurado sobre su nueva faceta en una entrevista en el diario AS, donde ha bromeado sobre cuál sería el jugador que se llevaría del Betis si pudiera: "Yo ficharía a Joaquín. Está joven aún para jugar aquí. Es difícil destacar a jugadores de su plantilla. Bartra, Isco, Lo Celso... Me hubiese gustado jugar con ellos. Sobre el campo mis mejores amigos siempre eran los que estaban capacitados para dar asistencias y encontrarme en los espacios".
Con respecto al choque ante el Mladá Boleslav, el ex bético tiene claro que su nivel está muy debajo del que debe ofrecer el conjunto verdiblanco. "Es una mezcla de jugadores con experiencia como Ladra, con jóvenes que tienen todo por delante. Hay un futbolista como Kucej que es muy talentoso y rápido, juega en la selección. Es un equipo fuerte aquí, pero lo tienen difícil al jugar tres competiciones. No tiene tantos jugadores como Sparta y Slavia. Es complicado que pueda ganar. El Betis es otro nivel. Pero debe estar preparado para competir aquí. No será fácil", señaló.
En su caso, no tiene dudas de con qué equipo ira está noche en el Metsky Stadion. Es más, confía en que su antiguo club pueda levantar este curso su primer título europeo. "Es al menos uno de mis deseos; mío y de mi familia. Esperamos que pueda pasar. ¿Por qué no puede ganar? Hay problemas con los delanteros, pero si tiene días buenos seguro que puede aspirar a todo. Debe disfrutar en Europa. Debe batallar por cada pelota y será el camino. Hay un entrenador de mucha experiencia, con Pellegrini se dio un paso a otro nivel. Ya no solo juega en la Liga, sino también en Europa por cuarto año consecutivo. Debe seguir este camino", destacó.
Mirando al pasado, además, Grussmann admite que quizás no debería haber hecho las maletas tan pronto, añorando su vida en la capital hispalense. "Fue una experiencia increíble, en lo futbolístico y en la vida personal. Me dejó muy marcado ese período. La afición era muy cercana y amable con el equipo, como si fuera un jugador más. Solo faltó un gol para subir a Primera, fue lo único que me dejó un poco triste. Aquella eliminatoria ante el Deportivo... Pero fue un año que siempre recuerdo con ilusión. Yo quise quedarme, pero la situación era difícil en el equipo y por eso decidí volver a Chequia. Siempre pensé hasta el día de hoy que quizás fue una decisión mala. Luego cambió la situación. Había firmado para cuatro años, pero no era un momento sencillo", sentenció.