"Cuando me vaya de este club o de la MLS me gustaría que se recuerde mi nombre como un nombre importante", decía el ex del Real Betis Cristian Tello hace tan sólo cuatro días en una entrevista con EFE. El extremo catalán ya llevaba semanas en Los Ángeles, pero aún no había podido debutar con el LAFC, algo que finalmente pudo vivir la pasada madrugada.
Tello entró en la segunda mitad supliendo a, precisamente, un futbolista que ha estado en la órbita bética hasta este mismo verano (Denis Bouanga), pero no vivió su mejor debut. El equipo angelino se encuentra en plena crisis y sólo pudo sacar un empate ante el Minnesota United (1-1).
Su equipo sólo ha logrado cuatro puntos de los 18 últimos y aunque aún marcha líder de la Conferencia Oeste, ya no hace lo propio en la MLS Supporters' Shield, que premia al mejor equipo de la temporada regular en ambas conferencias y que ahora lidera el Philadelphia Union.
Tello jugó la última media hora. Entró al campo cuando su equipo perdía por 1-0, aunque dos minutos después igualaría el exrealista Carlos Vela. Se le vio muy participativo y pidió el balón en numerosas ocasiones, pero no pudo ayudar en la victoria. Pese a todo le queda el buen sabor de volver a sentirse futbolista, ya que no pisaba un terreno de juego desde mayo, cuando disputó los últimos minutos en la despedida del Real Betis a la pasada campaña.
"Seguimos! Queda lo más bonito y más importante del año. Vaaamos", publicaba Cristian Tello en sus perfiles de redes sociales.
El jugador catalán está disfrutando de este arranque de su aventura americana -"Desde el primer día que llegué, Los Ángeles me ha parecido espectacular. Me ha impresionado por el ambiente, por la gente, y espero disfrutar en esta ciudad y en este equipo", afirmó en dicha entrevista- y sólo le falta volver a coger el ritmo y empezar a jugar con más asiduidad.
A Tello se le han abierto ahora las puertas del LAFC, pero todavía no se ha olvidado del Real Betis, club del que ya es un seguidor acérrimo y con el que se pudo despedir a lo grande la pasada temporada, con un título en el bolsillo.
"Crecieron ahí mis hijas. Estábamos muy bien. Siempre es difícil irse. Me sentí muy querido en el club", dijo a Efe sobre el que ha sido su hogar de los últimos cinco años. "Pero bueno, con mi mujer y mis hijas teníamos ganas de una experiencia nueva (...) y esperemos que vaya bien y que lo podamos disfrutar muchísimo", afirma.