En las próximas horas debe hacerse oficial la salida de Ayoze Pérez del Real Betis. Sin duda, un mazazo en la planificación verdiblanca, pues el futbolista canario fue uno de los más destacados el pasado curso, con 11 tantos en su haber, lo que le abrió las puertas de la selección española y le permitió levantar la Eurocopa. Tras ese éxito sin embargo, existía el riesgo de que cualquier club se lanzara a por él, aprovechando que en su día aceptó rebajar sus pretensiones económicas a cambio de una cláusula de rescisión asequible, de sólo 4 millones de euros, al igual que Pezzella, William Carvalho o Isco cuando llegó.
En Heliópolis confiaban en que, pese a ello, el tinerfeño, muy a gusto a las órdenes de Pellegrini, aceptase la oferta verdiblanca para mejorar su contrato. Pero la misma no ha sido suficiente y en breve pondrá rumbo al Villarreal, que sí ha alcanzando lo que el atacante cree merecer a sus 31 años. Sin duda, será una baja de peso, pero en principio, la idea es no incorporar a un sustituto como tal, pues la banda izquierda, desde donde solía partir el ex del Newcastle, cuenta con elementos de sobra.
El ingreso generado con el traspaso del internacional y el ahorro que supone su ficha han servido para lanzarse con fuerza a por el central deseado, que no es otro que el brasileño Vitao. A partir de ahí, la dirección deportiva que comanda Manu Fajardo seguirá buscando un delantero joven, con características diferentes a las del lesionado Bakambu y 'Chimy' Ávila, que a su vez también es uno de los recursos para el costado zurdo del ataque. En principio, no se prevén más fichajes si no hay salidas, como las de Rui Silva, Sabaly, William Carvalho o Fekir.
En lugar de Ayoze, por tanto, el 'Ingeniero' podrá tirar del mencionado 'Chimy' Ávila, el marroquí Abde, que desea quedarse y reivindicarse pese a contar con ofertas, Assane Diao, por el que también ha habido clubes interesados, y Juanmi Jiménez, llamado a ser el verdadero relevo del tinerfeño tras regresar este verano a la plantilla.
En el recuerdo de todos está la espectacular campaña 21/22 firmada por el malagueño, en la que anotó 20 goles y se convirtió en ídolo del beticismo. Al curso siguiente, sin embargo, arrancó lesionado y fue la llegada del tinerfeño en el mercado invernal la que definitivamente le empujó a salir el pasado verano. Su marcha, tras no encontrar su mejor nivel en Arabia Saudí ni en el Cádiz, parecía cantada de nuevo. Pero a base de trabajo y rendimiento, con goles incluidos frente al Al-Ittihad y el Bayer Leverkusen, Juanmi ha convencido a Pellegrini, con quien ha limado las diferencias del pasado, y se ha descolgado el cartel de descarte para colocarse el de refuerzo.
A sus 31 años, el de Coín tiene claro dónde está su sitio y espera aprovechar la oportunidad que le brinda la salida del campeón de Europa. "Si, ese era mi objetivo desde que volví. No tenía ninguna duda. Ilusión y ganas de trabajar para hacer las cosas lo mejor posible. Poder ayudar al equipo al ponerme esta camiseta y dar el 100%. A partir de ahí, dar mi máximo para poder ser una de las opciones para que el míster pueda contar conmigo", aseguró días atrás en los medios oficiales del club.