No había prácticamente posibilidades de que Guido Rodríguez volviera al Real Betis, como dejaron claro sus dirigentes, con toda la elegancia que pudieron, en sus últimas comparecencias públicas. Es comprensible que Manuel Pellegrini advirtiera en la víspera del amistoso ante el Manchester United que, mientras estuviese libre, no podía descartarse al 100%, pero el caso es que, como apuntaba hace una semana ESTADIO Deportivo, no había nuevos contactos ni estaba previsto tender nuevos puentes hacia el italo-argentino y su agencia, que debían ser los que diera el paso si se habían arrepentido. Algunos medios situaban al campeón del Mundo en Sevilla y especulaban con un esfuerzo para recuperarlo en cuanto el traspaso de Johnny Cardoso entre en unas cifras más cercanas a lo que en La Palmera consideran una propuesta fuera de mercado e irrechazable, pero tampoco será así.
El pivote de Sáenz Peña ha llegado a un acuerdo verbal con el West Ham para firmar un contrato allí hasta el 30 de junio de 2027 por cantidades muy superiores a las que percibía en Heliópolis, aunque tampoco excesivamente altas respecto a lo que le pusieron sobre la mesa en el Benito Villamarín: cuatro campañas a razón de 2,5 millones de euros netos. En las últimas fechas, tras caerse sus aterrizajes en el Atlético de Madrid por la apuesta allí por Connor Gallagher (del Chelsea) y en el FC Barcelona tras la marcha del banquillo de su gran valedor, Xavi Hernández, había tenido aproximaciones del Como de Cesc Fàbregas y del Fenerbahçe de José Mourinho, a los que había pedido una prima de fichaje de cuatro millones y un sueldo limpio de tres kilos. Finalmente, se le espera entre este viernes y el sábado en Londres para pasar reconocimiento médico y rubricar su nueva vinculación.
Guido se marchó del Real Betis por el lógico propósito de luchar por títulos y disputar competiciones europeas superiores a la Europa League y la Conference League, aunque, si en Turquía sí habría podido disfrutar de la Champions League, no ocurrirá lo mismo con los 'Hammers', campeones de la UECL en la campaña 22/23, con Pablo Fornals en sus filas (el castellonense, por cierto ha hablado maravillas del pivote y al pivote de 'La Academia'), lo que le valió jugar la UEL el curso siguiente, aunque no ocurrirá lo mismo en la 24/24, cuando la escuadra adiestrada por un Julen Lopetegui que conoce perfectamente al internacional argentino deberá conformarse con las tres competiciones de ámbito nacional.