Reza el famoso dicho popular español que hay quien no le dice la verdad ni al médico. Y en todo lo que rodea el epílogo del Betis-Celta, parafraseando esta vez a Shakespeare en su 'Hamlet', algo huele a podrido, aunque no en Dinamarca, sino en Madrid. Empezando por la propia redacción del acta por parte de Carlos del Cerro Grande, que cambió de versión según dejó de manifiesto el capitán verdiblanco, Joaquín Sánchez, y corroboran otros testigos. Al portuense, el árbitro principal le dijo que no había visto del todo bien la refriega entre Luiz Felipe y Iago Aspas, pero que desde el VAR le comunican que le golpea en la cara. Sin embargo, seguramente tras el ruido mediático y en las redes, el colegiado capitalino rectificó para dejar en entredicho lo manifestado por el '17': ahora, había "golpeado con su mano en el pecho de un adversario de manera violenta sin que el esférico estuviese en juego", teniendo el segundo que ser asistido, por lo que no cabía otro rango de castigo que tipificarlo como una acción recogida en el artículo 120 (de dos a cuatro partidos), sin descartar el 103 (agresiones, de cuatro a doce), pues la clave estaba en la coletilla de que el juego estaba detenido.
A Del Cerro se le vio el plumero al ajustar la versión inicial para que fuera más creíble a la vista de las repeticiones, que tampoco muestran ningún contacto con el pecho del delantero gallego, sino con el balón que sostiene con el brazo derecho y, a lo sumo, este miembro, el Comité de Competición tampoco le ha ido a la zaga. Antes al contrario, el primer peldaño de la jurisdicción deportiva de la RFEF no se ha atrevido a desvirtuar la presunción de veracidad del acta, aunque ha impuesto a Luiz Felipe el castigo mínimo, un partido (como cualquier otra expulsión por roja directa o doble amonestación), aplicando el artículo 130 (de uno a tres encuentros de suspensión), aunque éste hace referencia a incidentes con el balón en juego o como consecuencia directa de una acción del partido (inmediatamente posterior). Una salida por el camino de enmedio que invita a los servicios jurídicos del Real Betis a seguir reclamando, hasta el punto de haber presentado un recurso ante Apelación que se conocerá seguramente este jueves.
El que tampoco escapa 'limpio' de este debate es Xavier Estrada Fernández, responsable del VAR en ese encuentro, que mantiene una relación complicada con los verdiblancos desde siempre, con un antecedente muy reciente cuando ocupaba idéntico sitio de mando en Las Rozas durante el Rayo-Betis de la 21/22 en LaLiga, cuando Muñiz Ruiz siguió su consejo para expulsar a las primeras de cambio a Álex Moreno, obviar un penalti de Catena ante Borja Iglesias e ignorar la falta previa de Falcao a Bartra en el gol franjirrojo. El colegiado catalán se despachó tras el duelo entre verdiblancos y celestes del sábado pasado con un tuit filosófico que algunos béticos contestaron, mediando algún insulto, aunque no había motivos reales para bloquear, por ejemplo, a @miguelalamo, que dudó educadamente de sus aptitudes.