En el fichaje de Sokratis Papastathopoulos por el Real Betis había mucho que ganar y prácticamente nada que perder. Un jugador de 35 años con experiencia en clubes de primer nivel de Premier League, Bundesliga y Serie A, que llevaba unos meses inactivo después de acabar contrato con el Olympiacos en el verano de 2023 pero que estaba en plena forma física. La extemporánea venta de Luiz Felipe Ramos, la lesión que aún tiene parado a Marc Bartra y la previsión de que Chadi Riad fuese a la Copa de África hicieron que el club verdiblanco se lanzase a por el central heleno, que llegó a mediados de octubre pasado. Había dudas de su adaptación y su nivel, incertidumbre alimentada por Manuel Pellegrini al tardar casi dos meses en darle sus primeros minutos y hacerle esperar hasta enero para ser titular. Cuando entró en el once, sin embargo, demostró por qué ha pasado por algunos de los mejores clubes del continente. Ahora, lo que parecía un parche a un problema puntual se ha traducido en una oferta para ampliar su contrato un curso más. La pelota está en el tejado del zaguero, que ha dado una primera respuesta con algunas condiciones.
La noticia de la propuesta que el Betis le ha hecho llegar a Sokratis para ampliar su vinculación un curso más fue adelantada el pasado martes por Relevo, que este jueves ha publicado una entrevista en la que el de Kalamata ha contestado asegurando, antes de todo, que no se centrará en negociar y en decidir su futuro a corto plazo mientras el equipo tenga objetivos en juego. Seguir en competiciones europeas es uno los condicionantes que pone para seguir. El otro requisito es de logística familiar: al venir a mitad de curso tuvo que viajar a Sevilla solo, sus hijos se quedaron en Grecia al no poderlos cambiar de colegio y recuperar esa conciliación pesará mucho en su elección. En definitiva, más que sueldo o condiciones ventajosas, lo que Sokratis pide es ambición deportiva y estabilidad personal. "Estoy encantado en Sevilla, me gusta mucho", apostilla para enfatizar su predisposición.
"Sevilla me encanta, me gusta mucho. Es una ciudad estupenda, estoy muy bien en el equipo, incluso mejor de lo que yo pensaba antes de venir. Es un equipo muy grande, muy competitivo. Es una buena familia. Sabía que el Betis era un equipo grande, pero no esperaba que el Betis tuviera tantos seguidores por todos lados", explicó en su charla con el periódico digital de Vocento, sorprendido con la repercusión que tiene el club heliopolitano. Sobre la renovación o no, emplaza al final de estas siete jornadas que quedan para que acabe LaLiga: "Estoy muy bien con todos, hablamos mucho, pero lo primero es terminar el año y luego debo pensar. Tengo un problema con la familia, que está muy lejos. Los niños no los puedo cambiar de colegio… Lo importante es acabar el año dentro de Europa, el próximo año debemos jugar en Europa y cuando acabe la temporada tendremos tiempo de hablar y tomar una decisión".
"Estoy muy contento con todos, pero la primera cosa es que debemos finalizar LaLiga y estar en un puesto europeo. Después habrá tiempo para hablar, pensar… Con Manuel (Pellegrini), Manu (Fajardo), el presidente… Todos estamos contentos, me han ayudado a vivir esta experiencia; pero es muy importante la familia, tengo tres niños y siempre quieren tener a su padre cerca", incidió el veterano central al ser preguntado por sus intenciones, agradeciendo el cariño que siente haberse ganado. Sokratis es objetivo de las cámaras por su pasión y su manera de vivir cada lance de cada encuentro. Es un tipo serio a primera vista pero muy cercano en el día a día y explica que en el vestuario se ha convetido en un hermano mayor o en un padre para los más jóvenes.
"Soy el padre, sí. A jugadores como Assane, Abde, Rodri…. Son jugadores de calidad, pero tienen que trabajar mucho. Jugadores como Pezzella y yo, que tenemos experiencia, tenemos que ayudar al grupo para llegar lejos. Todos respetan, como he dicho, aquí somos una familia. Me gusta que somos un equipo que tiene estabilidad, cuando ganamos y cuando no. Un equipo tiene que tener siempre esa normalidad. Eso empieza en el entrenador. Me gusta que sea así, cuando no juego bien, yo sé que debo dar más. Pero si ganamos un partido importante, la normalidad te ayuda para estar siempre estable, no puedes perder uno o dos partidos y que se acabe el mundo, ni ganarlos y ya eres el mejor", expuso, feliz por poner fin ante el Celta a una racha de cuatro derrotas seguidas que admite que inquietaba al vestuario. Ya recuperado de sus problemas físicos, se apunta para este sábado, en un duelo con tintes de final en Mestalla contra un rival directo como el Valencia.