Manuel Pellegrini, que ya está entre los técnicos más longevos de LaLiga, sigue demostrando temporada tras temporada que los elogios que le dedica un sector mayoritario del beticismo y de la prensa especializada son más que merecidos. Pese a las limitaciones económicas derivadas de la pandemia de Covid-19 (que el chileno confesó desconocer cuando firmó), la inestabilidad societaria de entonces y una serie de hándicaps deportivos (continuas expulsiones en la 22/23, lesiones de gravedad de piezas claves en este 23/24), nada está consiguiendo frenar a los verdiblancos, que se han clasificado para la Europa League en los tres primeros proyectos del 'Ingeniero' y van camino de lograrlo por cuarta vez. Y eso que este curso, pese a faltar de nuevo arriba competidores de la talla de Sevilla FC o Villarreal CF, la irrupción del Girona FC y la regularidad del Athletic Club han restado dos plazas más, aparte de las que suelen llevarse siempre Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid.
Quedarían, por tanto, una o dos vacantes como mucho para el resto, contando entre los aspirantes a la Real Sociedad y los que se apunten desde abajo, casos de Valencia CF, UD Las Palmas o cualquier sorpresa de última hora. Esta campaña, salvo en la jornada inaugural y tras la 12ª, el Betis no estaba inmerso en ese selecto grupo de aventajados, en parte por sus muchos empates, aunque volvió a levantarse en el Nuevo Mirandilla en el primero partido sin Isco Alarcón para confirmar una regla que desvela Fran Martínez (@LaLigaenDirecto) con las estadísticas en la mano: rebasada la entrega 24ª del campeonato regular y a las puertas del último tercio, con Pellegrini nunca hay sorpresas: su equipo está en zona europea (tercero en la 21/22, quinto en la 22/23 y sexto en la 23/24) o en una posición potencialmente con premio (era séptimo en la 20/21, la previa a la llegada de la Conference, tras la ida de las semifinales de Copa, con Athletic o Levante como posibles amenazas, aunque acabó ganando el título el Barça y corriendo turno la lucha continental). Antes del santiaguino, la oscuridad: 15º, 10º, 8º y 12º, respectivamente.
Pese a los continuos rumores sobre su desembarco en la selección de su país, que el propio interesado siempre matiza pero nunca rompe por completo, y la tentación renovada de Arabia Saudí a la que no hace ascos y parece sólo aplazar, el Betis cruza los dedos para que el chileno cumpla su contrato hasta 2026, pues su andadura es sinónimo de éxito, pero siempre desde la templanza y una soberbia gestión de los recursos. Quizás por eso, Ramón Planes, todavía entonces director deportivo antes de sucumbir, él sí, a los petrodólares de orillas del Golfo Pérsico, y los dirigentes heliopolitanos le concedieron la arriesgada apuesta por Isco Alarcón, tan exitosa que motivó una renovación y blindaje antes de cumplirse el primer semestre, y han confiado a ciegas en su (cara) insistencia por Pablo Fornals, que debutó como titular con partidazo y gol ante el Cádiz CF. De entre los que había sobre la mesa, el míster señaló al 'Chimy' Ávila y vio aún carne de elite a Cédric Bakambu. Y se ataron igualmente.