Diez expulsiones en 20 jornadas de LaLiga son, por supuesto, demasiadas. Que el Real Betis sea, además, el equipo que menos faltas hace y de los que más recibe redirige parte del foco a las actuaciones arbitrales, sin olvidar la torpeza, impericia e impaciencia de los que se marcharon antes de tiempo a la caseta, pues la mayoría de esas sanciones fueron evitables. Si no eran suficientes los dos partidos que le han caído a William Carvalho por recriminar en tono más o menos educado a De Burgos Bengoetxea alguna de sus decisiones entre semana ante el Barcelona, ahora Luiz Felipe agranda la estadística con otra roja cuestionable, pero fruto de su incapacidad para gestionar situaciones de crisis y tensión. Y eso que el italo-brasileño, como Fekir, entonaban recientemente el 'mea culpa' y anunciaban un propósito de enmienda que está por ver. Lo que no quita que la entidad heliopolitana deba tomar cartas en el asunto ante el agravio comparativo, pues acciones similares a la suya con Aspas, como otras protagonizadas por jugadores verdiblancos, no recibieron la misma pena (a veces, hasta ninguna, para ser concretos).
Como se puede comprobar en las imágenes de televisión, Iago, 'perro viejo', trata de perder tiempo en el alargue reteniendo la pelota, mientras que el ex de la Lazio intenta arrebatársela por detrás. El contacto con su cuerpo es mínimo, pero el gallego exagera y se lanza al suelo fingiendo una agresión en el cuello que a todas luces no existe. Que el VAR, con Estrada Fernández al frente, no corrigiese a Del Cerro Grande es grave, como el 'tiro en el pie' del zaguero cuando tocaba serenar los ánimos y concentrarse en atacar con todo en pos del 4-4. Por tanto, la llamada a filas a Luiz Felipe, que merece un 'banquillazo' por esto aunque fuese indultado a la postre por los comités jurisdiccionales de la RFEF, es perfectamente compatible con las alegaciones al acta y, llegado el caso, los recursos a Apelación o el TAD, pues las pruebas videográficas deben desvirtuar la presunción de veracidad del madrileño y destapar su error.
El daño, claro está, es irreparable, pero ni que sea recurrible exime de responsabilidad al de Colina, que ha visto tres tarjetas rojas en 11 jornadas de LaLiga. La del agarrón por detrás a Larsen en Balaídos y el entradón ante el Athletic a Muniain fueron perfectamente evitables, sobre todo la del regreso de la competición tras el parón mundialista. Igualmente, debió medir mejor este sábado, esta vez con Aspas de coprotagonista. Los otros siete expulsados son Pezzella (en dos ocasiones, ante Osasuna y Valladolid), Edgar (en Mestalla), Canales (en Cádiz), Borja Iglesias y Fekir (en el derbi ante el Sevilla), más la mencionada de Carvalho contra el Barça, ya con el partido finalizado. Para colmo de males, aunque no se trata de una expulsión, el acta recoge también una amarilla por protestar al final a Nabil Fekir que es la quinta del ciclo, por lo que será baja ante el Almería.
Aspas simula una agresión y el Betis sufre otra expulsión este curso.