El partidazo de Julian Draxler, que provocó un penalti y anotó dos grandes goles (el primero, tras amagar desde la frontal y meterse en el área para resolver de zurda; el segundo, de soberbia vaselina sobre el portero Al-Hail), no fue suficiente para que uno de los gallitos de la Qatar Stars League, el invicto (en el torneo regular) Al-Ahli, sumase un triunfo para meter presión al líder de la tabla, el Al-Duhail. Y es que no pudo pasar del empate a tres ante un Al-Arabi en horas bajas que continúa sin ganar (cuatro igualadas y una derrota en cinco jornadas, aunque sí venció en la Ooredoo Stars Cup su único encuentro), pero que rescató un punto en el minuto 96 gracias a su fichaje estrella, con permiso de Marco Verratti. Así, Rodri Sánchez, de nuevo titular y participante del choque íntegro, peleó un balón en banda derecha, ganando en la presión al lateral zurdo local y asistiendo a Youssef Msakni.
Lo hizo el de Talayuela con su pierna mala, la derecha, desde la línea de fondo para redimirse tras un accidentado debut ocho días antes frente al Al-Khor, que les terminó igualando sobre la bocina, como ocurrió este domingo al revés, con un jugador menos, después de haber desperdiciado el '10' rojiblanco en el alargue del primer tiempo una pena máxima que él mismo había provocado. Por eso, seguramente, el mediapunta y extremo español prefirió no ser en esta ocasión el lanzador a los treinta y nueve minutos, cuando, de nuevo tras la deliberación del VAR, se señalaba el punto fatídico. Lo tiró Ahmed Alaaeldin y marcó, repitiendo en el 65 a pase de Verratti para firmar un momentáneo 1-2 que fue volteado en el último cuarto de hora por Draxler, cuya calidad marca diferencias en una Liga tan débil como la de la península arábiga, igual que ocurre con el ex del Real Betis.
Cuando todo hacía indicar que el 2-2 resultaría inamovible y que el nuevo entrenador del Al-Arabi, el anglo-estadounidense Anthony Hudson, se estrenaría con una derrota, llegó la acción clave del duelo, con Rodri Sánchez ayudando a su compañero en el achique ante Islam Yassine, que se hizo un lío y acabó perdiéndola para que el extremeño se sacase de la chistera un balón al segundo palo que no desaprovecharía Youssef Msakni para, al menos, ganar algo de crédito y confianza con vistas al duelo del próximo jueves 26 de septiembre en casa (a partir de las 17:00 hora española) ante el Al-Rayyan, cuando el décimo clasificado buscará un triunfo que obre de punto de inflexión.