El futuro de Germán Pezzella sigue en el aire, pero cada día que pasa gana más fuerza la posibilidad de que permanezca en el Betis a pesar de que, desde Argentina, se llegó a dar por hecho que el de Bahía Blanca regresaría a River este verano.
La asumible cláusula de rescisión del argentino, que asciende a cinco millones, y la buena sintonía entre la dirigencia franjirroja y el futbolista en las conversaciones que han mantenido envalentonaron a los medios argentinos, en lo que se hablaba de certezas hace apenas dos semanas, hasta el punto de afirmar que había un acuerdo total entre River y Pezzella, ahora velando armas para la Copa América.
En cambio, el paso del tiempo ha desinflado ese optimismo y ahora todo son dudas ante la ausencia de movimientos de River, que ya no tiene tan claro la ejecución de la cláusula a pesar de que cuenta con capacidad económica para afrontarla y que 'culpa' a Pezzella por el sueldo que exige.
En este sentido, señalan que la ficha del central supone un problema importante, no porque no la puedan asumir en el Monumental, sino porque entienden que provocaría una descompensación en la plantilla al cobrar el doble que el futbolista mejor pagado, lo que podría generar malestar en el vestuario.
Un hándicap que ya conocían desde el principio, y la realidad es que Pezzella no estaría dispuesto a realizar más sacrificios, porque realmente no tiene necesidad tanta de volver ya, tanto en cuanto está muy bien valorado en Heliópolis, donde Pellegrini cuenta con él como líder de la defensa.
Tanto se ha torcido la posibilidad de que Pezzella recale en el Monumental este verano que diversas fuentes allende el Atlántico, entre ellas el periodista Damián Rancez, aseguran que el 'Millonario' empieza a valorar otras opciones para reforzar el eje de la zaga de cara a la Copa de Libertadores.
En este sentido, apuntan que, debido a que la operación por el de Bahía Blanca se encuentra en 'stand by', la gerencia de River analiza detenidamente el ofrecimiento de Marco Pellegrino, que desea volver a Argentina tras su frustrada aventura en Europa a los 21 años. Así, el Milan lo fichó el pasado verano y lo cedió en enero a la Salernitana, para disputarr un total de 15 partidos.
Su nombre está sobre la mesa ante el frenazo que ha sufrido lo de Pezzella.