El revelador gesto de Manu Fajardo y Vitor Roque ante las cámaras

Es lunes, 24 de febrero, y sólo quedan cuatro días para que se acabe el culebrón de Vitor Roque. Al menos, la primera temporada del serial, porque en verano habrá una nueva tanda de capítulos. El mercado de fichajes en Brasil cierra el próximo viernes y allí está el representante del delantero, André Cury, quien después de entrevistarse con rectores del FC Barcelona y el Real Betis ha mantenido reuniones con la plana mayor del SE Palmeiras para acordar las condiciones que tendría el 'Tigrinho' en caso de firmar por el 'Verdao'. En tierras paulistas hay mucha expectación, en Cataluña quizás es aún mayor... y desde Sevilla siguen rebajando el suflé con palabras y con hechos. En la tarde del domingo, justo antes del partido ante el Getafe CF, Manu Fajardo aseguró que el joven ariete seguirá de verdiblanco hasta el final de la 24/25. Antes incluso de quejarse ante las cámaras del exceso de ruido mediático, dejó un detalle indirecto ante las cámaras para demostrar que el club heliopolitano arropa al máximo al '8' en estos complicados momentos que vive.

Como se puede ver en un vídeo publicado por los compañeros de Zona Mixta desplazados a tierras madrileñas, el director deportivo del Betis dejó un revelador gesto a la llegada del autobús del equipo a los aparcamientos del Coliseum. Fajardo se bajó del vehículo en compañía de Vitor Roque, a quien le pasó el brazo por encima y abrazó de manera cariñosa a ojos de los numerosos medios de comunicación que cubrían el acceso del equipo visitante al estadio azulón. El delantero brasileño, joven pero perfectamente consciente de cómo funcionan estas cosas, se tapaba la boca para que no se pudiese leer en sus labios las palabras que ambos intercambiaban de camino al interior de las instalaciones.

"A día de hoy nada hace pensar en que Vitor Roque vaya a terminar la temporada fuera del Betis", añadía luego Fajardo a pie de campo ante los micrófonos de Movistar+, sin que sus rotundas palabras hayan servido para hacer amainar el intenso temporal de rumores. Palmeiras sigue insistiendo para cerrar su fichaje antes del 28 de febrero y el Barça está como loco por contar cuanto antes con esos 25 millones de euros por el 80 por ciento de un jugador con el que no cuenta en absoluto y del que está deseando desprenderse antes de que pierda valor, a pesar de que le fichó hace sólo 13 meses por 30 millones (más 30 en variables que no se van a cumplir). La prensa esperaba también en el aeropuerto de Sevilla, al regreso de Getafe de la expedición, pero el de Timotéo no quiso pararse y no ofreció respuesta alguna a las preguntas acerca de sus preferencias a corto o medio plazo.

El cuadro verdiblanco no tiene pensado ejercer la primera de las dos cláusulas de compra que posee sobre el 'Tigrinho' (2025 y 2026) e incluso tiene prácticamente decidido no activar la opción unilateral de prorrogar el préstamo por un segundo curso, pero no está dispuesto a desprenderse de un futbolista que no podría sustituir a sólo tres meses para terminar el curso. Especialmente, teniendo en cuenta que el joven atacante no ha pedido marcharse y, mucho menos aún, sabiendo que no ganaría nada a cambio de romper ese contrato.

Al menos a día de hoy, el Barça no ofrece compensación alguna, y cede la 'patata caliente' a Palmeiras, que se opone a pagar la indemnización de dos millones de euros que han solicitado los verdiblancos por un jugador que no es propiedad del Betis. Si alguien debe pagarles, que la partida salga de esos 25 kilos que ingresarían los culés. Esa es la opción difícil. La vía fácil es esperar a verano y con esa idea trabajan en La Palmera... aunque Pellegrini no estará tranquilo hasta el 1 de marzo.