Se retira Joaquín: un emocionante discurso de despedida del Betis bañado en lágrimas de orgullo

Aunque el capitán verdiblanco no ha renunciado a su habitual sentido del humor, un nudo gordiano en la garganta le ha hecho pasar por serias dificultades para poder expresar todo lo que quería transmitir desde el corazón en un día inolvidable para él, para su familia y para toda la familia bética

Aitor TorviscoAitor Torvisco 8 min lectura

Las despedidas siempre son emocionantes, pero la de Joaquín Sánchez no es una despedida más. Se retira un jugador inmortal, al que todo el mundo imaginaba quedándose un año más, con 42, si el Real Betis logra clasificarse para jugar la Champions League la próxima temporada. El veterano futbolista, querido por todos los rincones de la geografía española e ídolo eterno para la familia verdiblanca, anunció este pasado miércoles su retirada del fútbol después de 23 temporadas en la élite y el club le ha dedicado este jueves un bonito homenaje a una leyenda que estuvo acompañado de sus seres más queridos, compañeros y familia, y que no pudo evitar llorar acaudalados ríos de lágrimas con un acto de una emotividad contagiosa para todos los presentes.

No es una despedida definitiva, ya que quedan nueve partidos para que acabe la temporada y Joaquín espera seguir ayudando al Betis hasta el último minuto de su carrera y más allá. Además, como desveló el presidente verdiblanco, Ángel Haro, en su apertura del acto celebrado en la Ciudad Deportiva Luis del Sol y como detalló luego el propio Joaquín, el gran tributo a su leyenda tendrá lugar en el Benito Villamarín, en un partido de homenaje.

Antes de un emotivo acto en el que tomaron la palabra Pellegrini, Canales, Guardado, Gordillo, Alexis, su representante Eduardo Espejo y varios de sus familiares, entre ellos su mujer, sus hijas y su padre, Joaquín dejó un sentido discurso de despedida ante el que era imposible no caer en las garras de la emoción. Las lágrimas pudieron con el capitán y con todos los presentes.

"Buenas tardes a todos, antes de empezar quería tener un recuerdo para nuestro compañero Luis Márquez y para toda su familia. Descansa en paz, querido Luis. Qué difícil es decir 'Hasta aquí llegué'; pero llega el momento de comunicar lo que todos sabéis: lo que queda de temporada será lo último de mi etapa como jugador del Betis. El club de mi vida. ¿Cómo ha pasado el tiempo tan rápido, Dios mío? Es una decisión muy difícil y cuesta elegir bien el momento. Antes habría sido propio y después habría sido tarde. Seguiré aportando lo que pueda al club de mi vida. Es difícil, pero no quiero convertir esto en una triste despedida. No sé hacer eso, aunque me puede la emoción, me llevo recuerdos maravillosos que sólo me podía regalar el fútbol", arranca Joaquín, con lágrimas desde las primeras palabras en un 'in crescendo' imparable.

"No es un adiós. Te bajas en una estación pero te subes en otras con las mismas ganas que ese niño del Puerto de Santa María cogía un tren cada mañana con el sueño de vestir algún día la camiseta de las trece barras. Recuerdo a los compañeros que compartíamos ilusiones en aquel vagón. No fue fácil, muchos se quedaron por el camino. Todavía recuerdo como si fuera ayer cuando Fernando Vázquez me llamó y yo descolgué el teléfono para decirle a mi padre: 'Papá, lo conseguimos, ya soy jugador del mejor equipo del mundo, del Real Betis Balompié", proseguía, con bastante dificultad por el nudo gordiano en la garganta que le oprimía, haciendo volar pañuelos entre el público, contagiado de su emoción.

"Llegamos una generación de canteranos con hambre y rematamos con un ascenso, un título y una clasificación para la Champions, casi nada. 23 años dan para mucho y hoy me quedo con lo bueno, que ha sido mucho. Me siento muy feliz. No entiendo el fútbol ni la vida sin alegría. Ya me conocéis. Como dijo un buen amigo mío como Curro Romero 'No me traiciono, como ser humano soy fiel a lo que soy'. Me habré equivocado, pero de verdad os digo que no me arrepiento de nada. Quiero terminar con agradecimiento a todas las personas que me ayudaron a llegar hasta aquí, a todos mis compañeros de equipos, técnicos, doctores, físios, a Ángel, José Miguel y todos los directivos que nos dais la ilusión que tanto necesitábamos, a mi departamento de prensa... Gracias a todos los medios de comunicación y a sus profesionales por estar siempre ahí y acompañarme a mi carrera. Un recuerdo muy especial para los que ya no están. Sois partes indispensables de esta bendita locura que es el Real Betis Balompié", añadía Joaquín, cada vez más atrapado por los sollozos.

"Gracias a todos mis compañeros con los que viví momentos tan especiales como el título de Copa. Gracias a todos los aficionados de España que me demuestran cariño en todos los rincones de este país. Habéis formado parte de mi vida y nunca podré agradecer tanto afecto. Agradecimiento eterno a mi afición bética, fiel donde las haya, única, sufridora y alegre, alegre y sufridora, la del Manquepierda, a la que me debo y la que llevaré siempre conmigo. A mi representante Eduardo, al amor de mi familia, hermanos, a mis queridos padres que tanto lucharon para sacar adelante a una familia de ocho hermanos. A mi tío Chino, haya donde esté. Te quiero tito, muchas gracias por todo. Y, como no, a mi mujer y a mis hijas, os amo, sois mi vida entera. Gracias por seguirme allá donde fui y apoyarme. Aunque ahora advierto que me vais a tener que aguantar mucho más", relata un emocionadísimo Joaquín con serios problemas para seguir.

Su mujer y sus hijas le interrumpen y le echan un cable. 'Gorda, he hecho un discurso demasiado largo y no podía ya'. Tras soltar tensión como mejor sabe, con chascarrillos divertidos, un trago de agua para pasar ese nudo en la garganta y rematar: "Sólo quiero que sepáis que me marcho con pena del momento, pero con la satisfacción de que no escatimé en esfuerzos y he dado todo lo que tenía hasta el día de hoy. Cumplí un sueño y a partir de ahora aportaré de otra forma. Joaquín se va, pero el Betis se queda. Es eterno. De mi corazón no se irá nunca. Viva el Betis".