Dos días después, todavía colea El Gran Derbi. Y lo que queda. La polémica nunca falta en este tipo de partidos y, cuando es decisiva para el marcador final, más todavía. Ayudan las dos semanas de parón internacional, con poco más de lo que hablar ni la posibilidad de pasar página o cambiar el chip. En el caso del Real Betis, la lesión de Natan de Souza y la fragilidad de Marc Bartra provocan que todos crucen los dedos para que Diego Llorente no deba ausentarse por sanción, ya que su 'rajada' contra Martínez Munuera por el famoso penalti de espaldas le expone a un mes fuera. Aitor Ruibal se contuvo, pero el madrileño denunció que el colegiado había explicado una acción que no se correspondió con la realidad. En las horas posteriores, analistas y ex árbitros pro Medina Cantalejo insistían en que estuvo bien arbitrado, mientras que otros como Mateu Lahoz da la razón a los verdiblancos.
Sea como fuere, Ángel Haro, presidente heliopolitano, salía este martes al paso para quitar el foco del colectivo más vengativo del mundo del fútbol y ejercer "autocrítica", aunque señalando que un castigo para el '3' sería "Injusto", opinión a la que se adhiera la AFE, que se personará, como en su día con Sergio Canales contra el propio Mateu, como defensa de Diego Llorente. Por si las moscas, en La Palmera han solicitado los audios entre el de Benidorm y el madrileño Pizarro Gómez desde la sala VOR de Las Rozas y se preparan documentos por si hubiera que presentar alegaciones y recursos, que se basarán en la ausencia de insultos, injurias o columnias, pues se hablar de "mentir a la cara" por el gesto de Martínez Munuera de abrir los brazos en cruz cuando las repeticiones demuestran que, aparte de no ver el balón, los miembros ya están en dirección al suelo, ni mucho menos a 90 grados.
"A mí no me gustan esos penaltis. No me gustan, de verdad. Cuando Llorente salta, no tiene intención de hacer ese penalti. Vale que el reglamento actual puede decir que se tiene que sancionar, pero no hay intención ninguna por parte del defensa. A Lukébakio le pasó lo mismo hace unos meses en el Benito Villamarín. Tiene que llegar ya el momento en el que, aunque haya que aplicar el reglamento, que hay que aplicarlo siempre, se sienten en una mesa todos los que lo hacen, lo vean bien, divisen unos cuantos vídeos de lo que está ocurriendo y que podamos corregir todo en beneficio del fútbol. Yo no... A mí esos penaltis no me gustan. Entiendo perfectamente el mosqueo de Diego Llorente y el mosqueo del Real Betis", apunta Pablo Alfaro en un adelanto de su entrevista con 'Abc'. Un sevillista confeso que, además, ejerció de motivador en la víspera de El Gran Derbi es el último e inesperado respaldo del eterno rival.