La dirección deportiva del Betis se encuentra pendiente de la evolución de varios futbolistas que salieron a título definitivo de Heliópolis en el pasado mercado estival después de haber rendido a un alto nivel en sus cesiones en la campaña anterior. No en vano, en el acuerdo con sus nuevos clubes se reservó un elevado porcentaje del pase de cara a una futura venta que le podría reportar pingües beneficios en futuras ventanas si continúan con su progresión.
Son los casos, por ejemplo, de Robert González, que finalmente se quedó en el Nec Nimega neerlandés tras brillar durante su préstamo, pero sin romper el vínculo por completo con Heliópolis por el 40% que se guardó, e Ismael Sierra. El central sobresalió en el Teruel, de Primera RFEF, y Pellegrini lo tuvo a sus órdenes en pretemporada y le dio protagonismo en los amistosos, hasta el punto de que se llegó a plantear la opción de que se quedara con quinto central. Finalmente, aunque todo apuntaba a una renovación para su posterior cesión, salió traspasado al Estoril Praia de la elite portuguesa, lo que el futbolista consideró una gran oportunidad por el salto de dos categorías que suponía.
El Betis repitió el movimiento con Robert y también se guardó un 40% del futuro pase con la esperanza de que el futbolista explotara en Portugal y se incrementara su caché. Una situación que hasta el momento no se ha producido y posiblemente su aventura no está transcurriendo como se apuntaba, tanto en cuanto apenas si ha gozado de protagonismo en el Estoril, al menos en el primer equipo. Y es que no se ha estrenado en la máxima categoría del fútbol uso y su única aparición ha sido en un partido de la Taça de Portugal.
Sin embargo, como ha podido saber ESTADIO Deportivo, no se respira preocupación ni en el círculo del futbolista ni en el propio Betis, porque entienden que llegó con una defensa muy hecha y que el periodo de adaptación sería tremendamente necesario, y más teniendo en cuenta el salto que ha dado. De esta manera, el futbolista y también en Heliópolis entienden que el primer semestre era de adaptación al nivel y a la exigencia, a tenor de que partía como cuarto central. Además, existe optimismo por su crecimiento paulatino y por lo que le transmite el propio técnico y el club.
Así, a sus 21 años, el pasado lunes disfrutó nuevamente de minutos en el filial del Estoril en el partido contra el Sporting CP, que terminó 0-0 y en el que jugó 45 minutos. Es la segunda vez que lo llaman para el segundo equipo, en la otra ocasión contra el Benfica -marcó un tanto en la victoria por 4-2-, por lo que cuenta con él para los encuentros más destacados del conjunto primavera, una buena noticia para el Betis.