La fotografía que figura bajo este texto es reveladora: la curiosidad del colegiado González Fuertes, la preocupación de Manuel Pellegrini, la seriedad del doctor Álvarez Casado y la desolación del fisioterapeuta Fabio Soria cuando se reconoce al instante la rotura completa que sufre en su tendón de Aquiles derecho un William Carvalho que, de espaldas, llevaría la procesión por dentro. Unas horas después, con el triunfo ante el CD Leganés en el bolsillo, se confirmaban los peores presagios y, ya el 18 de septiembre, el mediocentro pasaba por el quirófano en Barcelona. Comenzaba entonces una cuenta atrás que, según Manuel Pellegrini, dará por terminada la actual temporada para uno de sus preferidos en la plantilla, aunque los especialistas no son tan pesimistas como el míster chileno y, por ejemplo, el cirujano y médico personal de Carlos Alcaraz Juan José López Martínez estima que "en cinco meses puede estar jugando otra vez".
Ese escenario más positivo situaría al internacional portugués no en mayo, como pronostica el 'Ingeniero', sino a mediados de febrero, aunque varias semanas antes habrá que tomar una decisión en la planta noble del Benito Villamarín. Ayudaría que la recuperación del ex del Sporting CP fuera por buen camino, como también la del peroné izquierdo reoperado de Isco Alarcón, durante la reapertura del mercado invernal. Entonces, con Sergi Altimira, Johnny Cardoso y Marc Roca como únicos hombres específicos de la primera plantilla del Real Betis para el doble pivote, la participación en tres competiciones y los altos objetivos marcados en cada una de ellas aconsejarían ir a por otro pivote, por mucho que William no tire ni mucho menos la toalla y se apunte, de momento de forma sólo mental, a echar una mano al equipo a finales de la segunda vuelta.
"Después de la cirugía, fue una primera semana de buenas sensaciones!! Ahora más que nunca, es modo cápsula. ¡Gracias a todos por los mensajes de fuerza!", escribía en sus redes sociales esta semana el luandés, dispuesto a sus 32 años a poner todo su empeño en recortar al máximo los plazos. Ya en su domicilio, rodeado de sus dos hijos, su familia y personal sanitario y deportivo que le ayudará en el proceso, el centrocampista se muestra confiado y con ganas, aunque el camino por delante será largo y no exento de posibles reveses. Para empezar, deberá portar muletas las dos primeras semanas, sin apoyar la pierna operada, aunque ya hubo una revisión de la herida a los siete días y todo marcha como es debido. Por lo general, se espera ese medio mes para retirar la férula y colocar una bota ortopédica (walker), con la que se pueden empezar a hacer cargas, movilizaciones y, posteriormente, flexiones del tobillo, pero Carvalho ya aparece con la ortesis en su perfil de Instagram.
En octubre (ya es difícil aventurar si a mediados o antes), el jugador podrá iniciar el programa de rehabilitación con fisioterapeutas del club, que, lógicamente, le harán un seguimiento exhaustivo, mientras que entre la quinta y la sexta semana se suele retirar el walker para potenciar la movilidad de la articulación y la fuerza muscular, incorporando ejercicios de bicicleta, natación, camino y elíptica. Los expertos recomiendan el uso de un alza de dos centímetros en los dos pies para relajar el tendón de Aquiles. La incorporación de la carrera se permite, si la evolución ha sido buena, sobre las 8-10 semanas después de la cirugía, según el doctor Ballester, traumatólogo catalán y especialista en pie y tobillo. A partir de entonces, las sensaciones de William irán marcando el calendario.