Muchas voces reclamaban su presencia en la lista definitiva de 26 expedicionarios españoles a Qatar, a un nivel similar a sus compañeros Álex Moreno y Borja Iglesias, aunque el propio Sergio Canales explicaba recientemente, durante la inauguración de un centro integral para la salud de los deportistas en Valencia, que entiende, en cierta forma, a Luis Enrique, ya que él mismo admite que estos meses no ha estado "al nivel que esperaba". Un palo, no cabe duda, pues no todos los convocados han rendido a tope. De hecho, algunos ni siquiera han tenido en sus equipos la continuidad disfrutada por el cántabro en un Real Betis que, como él, debería ver la botella medio llena, no medio vacía. Su receta es pisar al máximo el acelerador en cuanto la competición se reanude la última semana del año y a lo largo de un mes de enero cargado, con LaLiga, la Copa del Rey y la Supercopa de España en el horizonte heliopolitano.
"Puede ser una oportunidad. Va a haber muchos jugadores de grandes equipos que van a llegar lejos en el Mundial y, nada más acabar en Qatar, empiezan a competir de nuevo aquí. Debemos aprovechar esos momentos de duda", apunta el '10' verdiblanco en una entrevista para la edición de diciembre de la prestigiosa revista 'Esquire', donde confía en vivir momentos felices con el escudo de las trece barras en el pecho: "Eso esperamos, porque año tras año hay que tratar de mejorar, y creo que ése es el siguiente paso, la Champions. Sin dejar de lado tratar de ganar otro título, como la Copa del Rey o la Europa League". Sin lugar a dudas, una razón de peso, teniendo en cuenta, por ejemplo, que, junto al Valencia, sus dos oponentes en la Supercopa de España, que exige dos triunfos en cuatro días para sumar un entorchado a las vitrinas, son Real Madrid y Barcelona, dos de los clubes con más mundialistas en sus filas.
Para Canales, sus primeros años en la elite, tras debutar muy pronto con el Racing, resultaron enriquecedores, aunque las graves lesiones amenazaban con retirarlo muy joven: "Creo que fueron un regalo, no sólo en mi carrera, sino también en mi vida, para madurar. Hoy estoy muy orgulloso de aquel trabajo. Aprendí a cuidar detalles de los que antes quizá no era consciente. Y el tema mental me ha ayudado muchísimo. Llevo seis o siete años con un psicólogo deportivo, que me ha ayudado mucho a crecer, a quitarme los miedos. Hoy me considero no sé si mejor futbolista, pero sí mucho mejor deportista. Tengo una nutricionista que me guía desde la última lesión en la rodilla. Hago, sobre todo, una alimentación antiinflamatoria para que los músculos, los tendones o las rodillas, que es donde yo más sufro, estén lo mejor posible".
Y es que el mediocampista, que acaba de ser padre por tercera vez en cuatro años y resalta que la paternidad le "ha ayudado mucho a estar más tranquilo, a saber desconectar tras los partidos" por la "energía" que le dan "para el día a día", insiste en que "el futbolista ha pasado a ser deportista", un concepto mucho más completo e integral: "Coincidí al principio de mi carrera con jugadores como Munitis o Cristiano Ronaldo, que ya iban al detalle en la alimentación, en el ejercicio. Hoy en día, todo eso ya está mucho más implementado dentro de cada club".