Óscar Murillo6 min lecturaLo más ventajista para quien esto firma sería, unas horas después de publicar una columna de opinión titulada 'La (cansina y manida) mentira de Dani Ceballos', reseñar que en ella se refleja lo cambiantes que son todas las operaciones con el mercado abierto y que, cuando se colgó en la web de ESTADIO Deportivo, no había habido contactos con el Real Betis ni desde el Real Betis para un retorno del utrerano. En realidad, quien también rubrica esta información daba por hecho en aquélla que de lo que un alto cargo del club verdiblanco le había trasladado en primavera ("éste ya no se ríe más del Betis") se infería que, mientras siguieran mandando los mismos, el caso estaba cerrado, pero tiene toda la pinta de que no es así. Y hay que reconocerlo con humildad y propósito de enmienda. Igual que desde la planta noble del Benito Villamarín admitían haber preguntado por Vitor Roque pero que la operación era "inviable", pese a lo cual el brasileño ya está en La Palmera.
Se juegue al despiste o haya mudado sencillamente el escenario, con el canterano heliopolitano hay en estos momentos conversaciones en firme para que sea el sustituto de Nabil Fekir, que no estará este jueves en la vuelta del 'play off' de la Conference League ante el FC Kryvbas por su marcha a Oriente Medio para negociar un traspaso, posiblemente, al Al-Jazira de Abu Dhabi. La operación, aparte del ahorro de la alta ficha del francés (3,5 millones de euros netos, casi 14 brutos en total hasta 2026, cuando expira su vinculación), permitirá a los heliopolitanos cubrir la amortización pendiente con una venta que reportará entre seis y ocho millones de euros, contando los bonus. De esta forma, se generará un margen salarial suficiente para inscribir al único componente de la plantilla verdiblanca que no lo estaba, el aún lesionado Cédric Bakambu, y buscar un recambio para el '8'.
Fuentes solventes aclaran a este periódico que se negocia en paralelo con Dani Ceballos y Giovani Lo Celso para alcanzar un acuerdo económico antes de procurarlo con Real Madrid y Tottenham, respectivamente. De entrada, el elegido (pese a que hay quien defiende que pueden llegar ambos si terminan marchándose además bajo la fórmula del préstamo remunerado con opción de compra Rodri Sánchez y Assane Diao, dando por hecho que lo que hipotéticamente se recaude por Rui Silva se reinvertiría, ya bajo la regla 1:1, en Álvaro Valles) tendrá que rebajarse sus emolumentos, de diez millones brutos en el caso del utrerano y algo menos el rosarino. Con el primero se priorizará una cesión, pues los blancos piden 15 millones, pero el ex de PSG y Villarreal CF termina en 2025, por lo que habría que afrontar una compra que se espera de coste reducido, pese a que la amortización pendiente de los 'Spurs' es de ocho millones.
El tercero en discordia, si no cuajan ni Ceballos ni Lo Celso, sería un clon de Fekir: el también lionés y franco-argelino Rayan Cherki. A su favor, la juventud y posible revalorización (21 años recién cumplidos). En contra, que el OL exige también 15 millones y lo amenaza con la grada, como la UD Las Palmas a Valles, al negarse a renovar. Las buenas relaciones con el duelo del 'Les Gones', un John Textor con el que se han hecho múltiples tratos en los últimos meses (Luiz Henrique, Chadi Riad, Abner Vinícius...), pero asfixiado por la DNCG (el órgano de control financiero de la Ligue 1), que le exige vender por 100 millones en esta ventana para no ser sancionado. Su canterano, que promocionó precisamente para ocupar la plaza de Nabil (coetáneo de Houssen Aouar, otro hijo de emigración magrebí con el que compartió muchas veces once), ha rechazado ir a PSG y Fulham (que llegaba a 15+5), eligiendo un Dortmund que no llegó a las pretensiones de la entidad alpina.
Cherki no sólo es muy similar físicamente a Fekir (algo más alto y ambidextro en vez de zurdo), sino que ocupa la misma demarcación (mediapunta con caída a las bandas) y tiene arranques de juego similares. Separados por una década casi literal (los dos nacieron en verano y, por un mes, no comparten signo del zodíaco), se da la curiosidad de que ambos aterrizaron en la cantera del Lyon procedente del AS Saint-Priest, afincado en una comuna cercana a la populosa ciudad a orillas del Ródano en la que abundan las familias desplazadas desde el norte de África: Nabil, que había llegado más joven del Caluire, fue descartado y no volvió definitivamente al filial del OL hasta que no vistió de 'sang et or', mismo paso, aunque en dirección a los juveniles, que dio en 2010 Rayan.