"Ni siquiera lo he pensado; no sabía ni siquiera sobre eso. Lo que hay que tener presente, y quiero decirlo desde ya, es que tenemos dos excelentes arqueros de selección que tampoco podemos perjudicar. Estamos muy bien en ese puesto". Así se expresaba el presidente de Colo Colo, Alfredo Stöhwing, al ser cuestionado sobre el posible regreso en julio de Claudio Bravo, que no va a renovar en el Real Betis ni parece por la labor de jubilarse para formar parte del cuerpo técnico de Manuel Pellegrini. De hecho, el de Viluco, que cumplirá 41 años el mes que viene, espera dejar atrás una temporada marcada por una larga lesión muscular, que le tuvo tres meses en el dique seco, así como la recaída que le está impidiendo ser una competencia real para Rui Silva bajo los palos heliopolitanos. La oportunidad de recuperar sensaciones le puede llegar cuatro meses y medio después... con la selección de Chile.
Y es que el nuevo técnico de 'La Roja', Ricardo Gareca, lo llamó personalmente para convencerle, tras un ostracismo de Bravo con su antecesor, Eduardo Berizzo, que ha durado exactamente un año. El otrora responsable de Vélez Sarsfield cumplió su palabra y el bético se marchará el lunes con un combinado del que era capitán y que ha defendido en 145 ocasiones para jugar dos amistosos contra Albania y Francia. Junto a él, en la lista, está Brayan Cortés, su sustituto en la selección andina y uno de los dos guardametas a los que se refería Stöhwing que le cerrarían teóricamente el paso en el 'Cacique', junto a Fernando de Paul. Precisamente, estas declaraciones del dirigente albinegro tras el triunfo de su equipo en la Copa Libertadores ante Sportivo Trinidense de Paraguay han causado mucho revuelo en un país que respeta mucho los galones de Claudio.
Quizás por esa razón, el presidente de Colo Colo matizó un poco sus palabras inmediatamente, recordando que estaban hablando de "uno de los mejores arqueros de la historia de Chile y un símbolo 'colocolino'", por lo que añadió que "por supuesto que a uno le gustaría" verlo de nuevo en el Monumental David Arellano, pero insistía en el fondo de su alocución: "Tampoco se puede menospreciar el plantel que hay". Aunque habrá que esperar acontecimientos, empezando por la decisión que tome el meta acerca de su futuro, llama poderosamente la atención que, tras hablar por activa y por pasiva de su repatriación, ahora parezca que no le quieran cuando cada día se antoja más factible.