Por la propia idiosincrasia, resulta difícil que el Athletic Club comparta en su historia jugadores que hayan pasado también por clubes fuera del resto del País Vasco o Navarra, sus fuentes habituales aparte de la fértil cantera de Lezama. Pero, curiosamente, el próximo rival liguero de los vizcaínos, el Real Betis, puede presumir de haber sacado una gran tajada por dos pivotes, uno de ellos en realidad central reconvertido, que formó en Los Bermejales y, tras reclutar a coste cero, vendió en su 'prime' (que nunca alcanzaron de nuevo) a los rojiblancos por 20 millones de euros. El último fue Beñat Etxebarria, descarte bilbaíno que promocionó del Betis Deportivo en 2010 y brilló como lanzador de faltas (para el recuerdo, las dos que dieron un derbi a los verdiblancos sobre la bocina), siendo revendido en 2013 por ocho millones. Pero el que abrió la veda fue Roberto Ríos.
Hijo del mítico Eusebio Ríos, que fuera jugador, entrenador y secretario técnico bético, sacó la talla de su padre y la acompañó con una solvencia para jugar de todo por dentro que le llevó a la internacionalidad absoluta y a que el Athletic se encaprichara de quien no había pasado siquiera por sus escalafones inferiores. Doce millones de euros, el equivalente a su cláusula de rescisión, abonaron los vascos en 1997 por uno de los héroes del ascenso a Primera división de la mano de Serra Ferrer y, posteriormente, del subcampeonato de la Copa del Rey, con clasificación para la extinta Recopa de Europa incluida. Convertido ya en entrenador (ha ejercido como asistente de Juan Carlos Garrido y Juan Merino en su casa de Heliópolis, así como de Pepe Mel en el RC Deportivo de La Coruña y la UD Las Palmas, y de Pedro Morilla en el Wuhan Three Towns chino), ha analizado el duelo entre los dos equipos de su vida en la 'Onda Vasca'.
"Al Real Betis le falta Isco Alarcón, el faro de la pasada temporada, y Giovani Lo Celso se ha incorporado a última hora. Con su chispa, el argentino ha ido sacado los partidos adelante, pero no estaba jugando bien el equipo. Y, lo que es la vida, se lesionó y, tanto en Pamplona como ante el Atlético, ha hecho sus dos mejores partidos sin ellos", apuntaba en declaraciones recogidas por 'AFDLP', aunque Ríos se queda con otros dos futbolistas determinantes de los foráneos: "A Ez Abde el año pasado le costó más y éste ha empezado con confianza. Es un jugador desequilibrante, se encuentra en un estado de forma muy bueno, no para de encarar y es uno de los peligros; por su parte, Johnny Cardoso vino a mitad de la temporada pasada y estuvo excepcional. Este año está más flojo, con problemas, como todos los que juegan Copa América y Eurocopa, para hacer la pretemporada y amoldarse a los nuevos compañeros, pero ha vuelto a recuperar el nivel y da mucho equilibrio".
Por último, el ex zaguero criado en Portugalete se refirió al favoritismo, que se decanta históricamente del lado vizcaíno, sobre todo en San Mamés, donde su primer equipo solamente ha sido capaz de ganar en nueve de 68 visitas hasta la fecha. Roberto entiende que una de las claves es el físico y la intensidad, señas de identidad del anfitrión: "El Athletic le mete un ritmo tremendo, y, en casa, mucho más. Esto es a lo que nos está llevando el fútbol moderno. Ellos lo vieron pronto y ya el año pasado dieron un recital. Es complicadísimo jugar contra ellos, y tienen por norma no bajar el pistón. Va a ser un partido muy bonito de ver".