Betis
Celta
El Real Betis recibía en la sobremesa de este domingo al RC Celta, menos de tres días después de escuchar pitos del Benito Villamarín en el sufridísimo triunfo europeo ante el NK Celje y volvió a esperar a la última jugada para arreglarlo. Pellegrini salió con siete cambios y sólo repetían titularidad Sabaly, Natan, Johnny Cardoso y Fornals. La mayoría de las sustituciones eran las esperadas y la única novedad fue la inclusión del canterano del Celta Iker Losada, con el retornado Lo Celso comenzando en el banquillo antes de reaparecer tras un mes lesionado. Buscaba el chileno una creatividad que no encontró, pero al menos el 0-1 no descuadró a un equipo que presionó muy bien asfixiando al Celta en su propio campo, empatando antes del descanso y generando muchas ocasiones.
Al ritmo de Johnny y Tigretón, sólo la falta de acierto priva al Betis de tener marcadores más holgados y más puntos. Se le acabaron la pilas al delantero brasileño, disminuyeron las ocasiones. Más aún se notó cuando se fue el mediocentro. Ya pasó el jueves. Sin él, el equipo se rompió y el cuadro vigués encontró por fin espacios hasta volver a decantar la balanza. Esta vez la aparición fue de Bartra para hacer el marcador un poco menos injusto.
Apenas le había dado tiempo a intervenir cuando encajó el primero. Muy tapado, hizo la 'estatua' ante la volea ajustada al palo de Javi Rodríguez. No realizó ni una sola parada porque el Celta no tiró más entre palos hasta el remate a placer de Douvikas en el 83'.
El único problema es que le cuesta estar en plenitud física. Cuando la alcanza, es el mejor lateral de la plantilla: intuitivo, fuerte y sólido en los duelos, muy difícil de regatear; profundo aunque selectivo en sus subidas, generando amplitud y peligroso con sus centros.
Vuelta a la titularidad tras quedarse fuera de la lista de España y después de salir en frío ante el Celje, lo que le llevó a cometer dos errores llamativos. El 0-1 llegó después de un despeje suyo que se quedó corto pero en el que no pudo hacer mucho más. Sin complicaciones, se mostró seguro con la pelota e abría campo con desplazamientos largos.
El 'gorrito' protector y los ocho puntos de sutura de su cabeza tras jugarse el físico en el primer gol ante el Celje no le impidieron salir de titular y completar los 90 minutos. Su herida tampoco le amilanó a la hora de despejar de cabeza o subir a rematar. Luego, tan aseado como siempre con la pelota y atento a las ayudas. Solvente, pese a 'olvidarse' de Douvikas en el 1-2.
Liberado de tareas ofensivas al compartir carril con Abde, se centra en estar concentrado para ocupar la zona que le corresponde y resolver. Su mayor licencia, totalmente inesperada dentro de su mecanizado trabajo, fue un zapatazo lejanísimo que Guaita paró con muchos apuros.
En su puesto, pasar desapercibido es conseguir que sea visto como costumbre eso de estar siempre en tu sitio y buscar el lado fácil de las cosas. No obstante, eso es una virtud digna de todo elogio, pues en esas zonas cada error es fatídico. Fue precisamente lo que le pasó en ese mano a mano con Williot Swedberg, que le desbordó con facilidad para regalar el 1-2. Hasta esa foto, solvente.
Pieza maestra. Eje que hace funcionar todo lo demás. El que estira y encoje el acordeón. Siempre bien situado, recupera, reparte, amenaza con pegarle de lejos y asiste. Excelente lectura sin balón cortando por el área y gran dejada atrás al 'Tigrinho' en el 1-1. Otra vez rondando el 90 por ciento de acierto en el pase. Lo hace casi todo bien. Sólo le mermó tener amarilla. Se la mostraron por una falta que no era y Aspas pidió la segunda por otra en la que tampoco hubo contacto. Pellegrini no arriesgó y le relevó por Lo Celso en el 55'. El equipo añoró cada minuto sin él.
La polivalencia es arma de doble filo. Aumentan las opciones de ser titular, pero te expones a no encontrar tu sitio. En líneas generales, eso le pasó al castellonense, esta vez pegado a la derecha. Partido de mucho trabajo y pocos errores, pero de escasa trascendencia. Cuando se interna se le ocurren más cosas. Su mejor acción, un zapatazo al larguero, fue recibiendo por dentro. Justo después dejó su sitio a Juanmi.
Día especial. Participativo, dispuesto a correr cuando el partido demandaba menos toques en la elaboración y aplicado en la presión, aunque cada vez más intermitente. Puso ganas, erró poco y rondó el gol. Primero, un disparo lejano que se perdió por encima del larguero. Especialmente, en una buena carrera por dentro tras la que metió el interior de su bota derecha buscando ajustar. Se le fue lamiendo la madera.
El único con capacidad para desbordar y romper líneas aportando soluciones verticales dentro de una posesión demasiado estática. Imaginativo hasta el punto de intentar una chilena imposible que casi le sale. Los mejores minutos del Betis coincidieron con los tramos en los que más intervenía y no es casualidad. Con todo, le sigue faltando finura en los últimos metros.
Tan cerca y tan lejos. Siempre tan enchufado en el trabajo como precipitado en la ejecución. Presionó fuerte desde el inicio y tuvo la primera ocasión en el 5', tras robo en la frontal que no pudo culminar al resbalar cuando armaba disparo. Volvió a intentarlo en el 23', con una volea a centro de Abde que le salió floja y centrada, y acabó acertando a la tercera, cruzando por fin con precisión una gran dejada de Johnny. Aún se fabricó una cuarta en 45': sombrero, toque para irse de dos y zapatazo con paradón de Guaita. La última fue ya en el 93', con un 1-2, pero no tenía energía ni ángulo. Siempre acecha el gol, por eso le frustra tanto llevar 'sólo' cinco. Pero oye, 19 años, ¿eh?
Vuelta de Lo Celso a la lista y regreso al 1-4-2-3-1 en detrimento del 1-4-4-2 asimétrico de las últimas semanas, a pesar que Gio comenzó en el banco. Fue el exceltiña Iker Losada el que hizo de enganche entre Vitor Roque y los escorados Fornals y Abde buscando esa "mayor fluidez" que el chileno admite que le da jugar con mediapunta. El gol tan tempranero del Celta (en el primer remate) condicionó un plan que buscaba creatividad pero pecaba de estático. El empate de Vitor Roque al filo del descanso permitió reiniciar sistema y volvió a desaprovechar mucho peligro ante un rival que le ganó con sólo dos. Con todo, volvió a tener incidencia en los cambios: centro del Chimmy y cabezazo de Bartra en el 2-2.
Tuvo 35 minutos tras su lesión pero salió como mediocentro, algo más atrás. No renunció a pisar área y tuvo dos al poco de salir, pero en ambas disparó al aire tras dejadas de Vitor Roque y Abde, respectivamente.
Siguiendo el plan establecido, relevó a Diego Llorente en el 55' y Pellegrini completó su salomónico reparto de minutos a sus tres centrales entre las dos citas ligueras y la intersemanal en Conference. Ha asumido e interiorizado su papel de líder y lo transmite en el vestuario, ante los medios y en el campo: remate en plancha y frentazo salvador para el 2-2, sobre la bocina.
El héroe ante el Celje salió en el 75' por Fornals buscando el 2-1 pero justo después el Betis encajó el 1-2. En esta ocasión no pudo ponerse de gol, pero sigue rascando minutos.
Poco a poco va logrando la manera de aportar. Hoy, fue decisivo con sólo cuatro minutos más el añadido. Derrochó un poco de esa fe tan característica en él para, en el 93', dársela larga y colgar el centro del gol de Bartra.
Salió en el 86', justo después del 1-2. Su mejor acción fue un buen desmarque leyendo que Lo Celso sacaría rápido una falta en la medular para asistir a Vitor Roque, que no pudo dirigir bien su disparo.