Sokratis aterrizó en el Betis en octubre como solución de urgencia ante la grave lesión de Marc Bartra que dejaba a Pezzella y a Chadi Riad como únicos efectivos disponibles para Pellegrini en el eje de la zaga, a sabiendas, además, de que el marroquí, se marcharía a la Copa de África.
Ante esta necesidad, los verdiblancos acudieron al mercado de jugadores libres y finalmente firmaron hasta final temporada al zaguero heleno de 35 años, si equipos desde que se desvinculó en verano del Olympiacos. Se trataba en ese momento de tapar de manera puntual una herida abierta en el centro de la retaguardia y lo cierto es que, una vez que completó su puesta a punto, tras varios meses inactivo, ha cumplido a la perfección con su cometido.
De hecho, tras estrenarse el 3 de diciembre ante el Almería, el zaguero de Kalamata ha disputado un total de 831 minutos repartidos en 11 partidos, diez de LaLiga y uno en la Copa del Rey, ya que no fue inscrito en la Conference League, copando la titularidad en nueve ocasiones, siete de ellas seguidas desde enero has mediados de febrero. El regreso de Chadi le devolvió a la suplencia, si bien salió de inicio ante la Villarreal y contra el Girona ingresó en el terreno de juego tras el descanso.
Su rendimiento ha gustado mucho en el club y, aunque todo apuntaba a que se marcharía cuando expirase su contrato al tratarse de una solución de emergencia, a día de hoy no se descarta por completo que continúe en el Benito Villamarín.
De hecho, según asegura Relevo, la decisión está en manos del futbolista, pues el Betis le habría comunicado en una reunión su interés de que permanezca en Heliópolis una temporada más como una alternativa fiable para la retaguardia para la defensa, por lo que el griego barajaría una propuesta verdiblanca para renovar.
No obstante, el futbolista no ha dado todavía una respuesta y ambas partes han acordado reunirse a final de temporada para retomar el asunto, cuando el defensa ya habrá tomado una decisión definitiva. El central nunca ha escondido su felicidad en el Betis, donde se encuentra a gusto, si bien, como dejó entrever recientemente, valora de manera considerable la posibilidad de colgar las botas cuando termine la 23/24.
Por ende, ahora mismo solo consideraría dos caminos, seguir en el Benito Villamarín ante la disposición heliopolitana o retirarse del fútbol para comenzar una nueva etapa en su vida. Lo tratará con su familia y, una vez termine el curso, mantendrá una nueva reuión con los gestores verdiblancos.