Álvaro Palomo4 min lecturaUna mala decisión en el fútbol lo puede cambiar todo o, al menos, generar un menoscabo considerable justo cuando las cosas marchan por el mejor de los cauces, aunque en cierto casos no resulta complicado presagiar que puede llegar a darse una situación de esta índole.
Chimy Ávila aterrizó con buen pie en el Benito Vilamarín tras llegar en el último día del mercado de enero, con la pasión que le caracteriza y entrando en comunión rápidamente con la afición verdiblanca. Una sintonía que aumentó obviamente cuando marcó en la victoria por 3-1 contra el Athletic en el Benito Villamarín.
Tras debutar contra el Cádiz y disfrutar de 12 minutos, Pellegrini demostró su confianza en él al brindarle cuatro titularidades consecutivas, como delantero ante el Alavés y en el costado zurdo contra Athletic, Atlético y Villarreal. Fue en este último partido donde se truncó de facto la incipiente trayectoria del argentino como bético, no de forma definitiva, ni mucho menos, pero sí, quizás, a corto plazo. Chimy Ávila se vio envuelto en una trifulca con Baena y Alberto Moreno, sacó su carácter y fue expulsado por doble amarilla por Hernández Hernández en el minuto 70' con 2-3 en el marcador.
Esta expulsión sentó muy mal a Manuel Pellegrini al consideró que le hizo daño al Betis, y no dudó en dar un tirón de orejas a Chimy en rueda de prensa, señalando que ya lleva tres rojas este curso y que debe mejorar en este aspecto. El club decidió no recurrir y al futbolista le cayó una sanción de un partido, que cumplió contra el Rayo, por lo que ya estará disponible para la cita del próximo domingo contra el Girona en Montilivi.
Sin embargo, el 'Chimy' se enfrenta a un doble problema de cara a este partido, en el que tiene my difícil hacerse un hueco en el once después de haber sido titular en la mayoría de los choques tras su llegada. Y es que su ausencia favoreció más si cabe el regreso a la formación inicial en el costado zurdo de uno de los pilares del técnico chileno, Ayoze Pérez, una vez completamente recuperado de sus molestias, y todo apunta a que repetirá contra los de Míchel, cerrando el paso al argentino.
Cabría la posibilidad de que partiera como punta de lanza, pero a día de hoy Willian José parece afianzado en el puesto por sus goles ante la baja de Bakambu aunque no sea santo de devoción del míster, y se antoja complicado que Pellegrini lo siente para darle una nueva oportunidad a Ávila, mientras que el costado derecho tiene como dueño a Pablo Fornals.
Al preparador bético no le gustó lo que ocurrió contra el Villarreal y ha perdido un ápice de confianza en el argentino, que ahora tendrá que recuperarla cuando le ofrezca minutos, seguramente como revulsivo, aunque eso ya será decisión de Pellegrini.