El Real Betis y el Internacional de Porto Alegre mantienen relaciones fluidas desde hace tiempo. No son excelentes, pero desde ambos clubes insisten en la cordialidad, tanto en la época de Antonio Cordón como director deportivo verdiblanco como en las posteriores con Ramón Planes y Manu Fajardo al frente de la comisión ejecutiva. No en vano, medio año atrás se concretó el traspaso de Johnny Cardoso por seis millones de euros fijos y otros dos en variables, un mediocentro defensivo señalado por los ojeadores que comandaba el extremeño y amarrado luego por el ilerdense. Ahora, con el hispalense como interlocutor válido desde La Palmera, sin olvidar la labor del CEO Ramón Alarcón y el vicepresidente José Miguel López Catalán, se han retomado los contactos por otro nombre propio: Vitor Eduardo da Silva Matos.
El central de Jacarezinho gusta en Heliópolis desde, al menos, las dos anteriores ventanas de transferencias, cuando la ausencia de plazas de extracomunitario limitaban los movimientos béticos. La marcha invernal de Luiz Henrique al Botafogo y la inminente de Abner Vinícius al Olympique Lyonnais dejan únicamente a su compatriota Willian José como extranjero a todos los efectos en el plantel que adiestra Manuel Pellegrini, aunque el delantero se sometió a principios de año a los dos últimos exámenes para adquirir la doble nacionalidad, precisamente cuando, de manera paradójica, tiene pie y medio en el Palmeiras. Desde ese punto de vista, vía libre para Vitao, aunque su complicada situación contractual, a unos días de liberarse del contrato que le unía al Shakhtar Donetsk pero a los mismos de comenzar un nuevo vínculo de cinco años con los de Río Grande del Sur.
Inicialmente, desde la planta noble del Benito Villamarín entendieron que el zaguero de 24 años, con unas cualidades muy interesantes para su futura revalorización en Europa (agresividad al corte, elasticidad para la anticipación, gran salida de balón...), podría aterrizar a coste cero o, en el peor de los casos, romper el precontrato con Internacional por una cantidad baja, como les había hecho entender su representante, que, como de costumbre en estos casos, contaba a cada parte lo que quería oír. Pero ni Vitao quiere quedar mal con el club que lo ha acogido desde el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania ni el Real Betis correr riesgos con un futuro dictamen de la Fifa ordenándole pagar un traspaso que descuadre sus cuentas, por lo que los dirigentes verdiblancos llevan semanas negociando directamente con Alessandro Barcellos, presidente colorado, que no va a dejar que le "presionen a realizar ventas por montos inferiores" a lo que entiende que valen sus jugadores.
Ahora, desde Brasil se aclara que el problema no sería el precio de la venta, sino las fórmulas de pago. Así, si el abono del montante pactado por Johnny Cardoso se realizó íntegramente en su parte fija, el Inter habría rechazado supuestamente una propuesta de diez millones de euros de los heliopolitanos, que pretendían abonar un primer plazo similar al del internacional estadounidense (6 kilos), pero aportar el resto (alrededor de cuatro) en tres años para cumplir con las reglas de LCPD de LaLiga y tener saldo para otras operaciones. Desde la directiva de la institución de Porto Alegre dan a entender que, de poner sus homólogos el total sobre la mesa, posiblemente podría retomarse una gestión ahora mismo aparcada, no rota, pues tienen otras ofertas por Vitao y el mediapunta Mauricio. En La Palmera consideran al carioca la inversión ideal, pero han trazado líneas rojas para que sea rentable a medio y largo plazo.