El Real Betis Balompié ha aprobado en la junta general de accionistas que se celebra este martes en La Cartuja un presupuesto récord para la temporada 23/24, de 188 millones de euros, donde se incluye una previsión de superávit, pese a la temprana eliminación de la Europa League y a que tendría que alcanzar las semifinales de la Conference League para cumplir con lo previsto en cuanto a ingresos por participación continental, de más de cuatro kilos. Especificaba el consejero económico, José María Pagola, "de los 40,9 millones de euros logrados en ventas (por Luiz Felipe, Canales, Raúl García, Lainez, Edgar y Paul), faltan por ingresar aún alrededor de 15", mientras que el gasto en plantilla deportiva es 95,2 millones". En este punto, tocaba detallar un asunto que había generado cierta controversia: el aumento de los sueldos de los empleados no deportivos hasta casi 12 millones (11,8).
La entidad intentó explicar que, en parte, el incremento se debe a la catalogación de los afectados, por ejemplo los trabajadores de la ciudad deportiva, aunque salió a colación una indemnización inesperada: Antonio Cordón se embolsó 760.000 euros, pese a que trascendió que fue él mismo el que decidía no cumplir su contrato, que se prolongaba hasta el 30 de junio de 2024, haciendo uso de una cláusula de salida unilateral el pasado verano. La directiva encabezada por Ángel Haro decidió no esperar, en parte por el posible conflicto de intereses, por lo que el extremeño siguió ejerciendo apenas unos días a mediados de febrero desde que confirmase que había optado por dar un paso al lado hasta el anuncio de un acuerdo bipartito para iniciar un casting que terminó con la elección de Ramón Planes, que por entonces aún estaba ligado (y en plena campaña) al Getafe CF.
Insistía Cordón en que no tenía ningún compromiso con otro club, aunque se habló mucho del FC Barcelona. Finalmente, terminó firmando el 1 de junio de 2023 por el Olympiacos FC, del que salió hace poco tras una reestructuración del 'staff' técnico que no le ha llevado al paro, como ha ocurrido con su entrenador, Diego Martínez, sino a la función que ya desempeñó para Hope Group, coordinando las planificaciones de Granada CF, Parma, Tondela y Chongqing Lifan. Ahora, deja su puesto en El Pireo al portugués Pedro Alves, que apuesta para el banquillo por su compatriota Carlos Carvalhal, mientras que el de Granja de Torrehermosa se ocupará de fichar y 'desfichar' para Nottingham Forest y Rio Ave, también propiedad del multimillonario heleno Evangelos Marinakis. Echarle antes de tiempo ha costado, según el club bético, 760.000 euros. Un pacto amistoso que engorda el apartado de gastos en plantilla no deportiva. Fue, por tanto, un despido.