Los cambios que se van produciendo en los equipos por los nuevos fichajes o la irrupción de jugadores no afectan, obviamente, de la misma manera a todos los futbolistas, pues en algunos casos se le recoloca en otra posición y en otros, por el contrario, supone la condena de salir de los planes del entrenador.
En el Betis existen dos ejemplos claros de esta bifurcación en la senda del protagonismo en las figuras de Aitor Ruibal y de Juanmi Jiménez, pues la polivalencia del primero le ha servido para ganarse un lugar a pesar de los cambios mientras que el de Coín se ha quedado sin sitio a día de hoy.
Cuando tomó la decisión de quedarse en el Betis, el malagueño ya sabía que sería harto complicado entrar en los planes de Pellegrini, pero en pretemporada se abrió una ventana de esperanza por sus buenos minutos que se confirmó en el arranque liguero. No en vano, en los dos primeros partidos partió de titular en el costado izquierdo, por delante de Chimy Ávila, lo que, a la postre, resultó un espejismo. Y es que, en cuanto Abde estuvo a punto tras su participación en los Juegos Olímpicos, le arrebató el puesto y se ha convertido en uno de los puntales ofensivos del Betis.
Desde su segunda y última titularidad ante el Alavés, Juanmi tan solo ha disputado 20 minutos ligueros repartidos en tres encuentros y ayer, ante Las Palmas, ni siquiera entró en el terreno de juego. El estado de gracia del marroquí, la llegada de Vitor Roque y la recuperación de Bakambu le cierran las puertas al atacante, que, además, ahora también está por detrás de Chimy Ávila, que en el minuto 75' fue el que ocupó el lugar de Abde. Este ostracismo, a día de hoy con poca solución, podría marcar su destino en el mes de enero.
Aitor Ruibal, sin embargo, vio como las novedades en la delantera tapiaban su paso a la punta de lanza, posición en la que lo empleó Pellegrini como titular en los tres primeros encuentros. El fichaje del brasileño le relegó al banquillo y ayer Assane ejerció de 'nueve', pero su versatilidad lo convierte en un comodín para el chileno, que ayer lo utilizó en una posición algo más natural para él en los últimos años, como carrilero diestro. De este modo, el técnico prefirió recurrir al canterano antes que a Bellerín y lo cierto es que cumplió en las dos facetas.
Esta titularidad le permitió cumplir 100 partidos como bético en Primera división, lo que además alcanzó con el brazalete de capitán. Así, como recoge la cuenta @LaligaenDirecto, se convierte en el segundo lateral con más encuentros del siglo XXI al superar a Álex Moreno y solo tiene por delante a Luis Fernández (122). Un regalo después de su reciente renovación.