Óscar Murillo4 min lecturaHasta Manuel Pellegrini protestó y se llevó la primera tarjeta amarilla del partido por la acción que derivó este domingo en el 2-0 en Anoeta, que acercaba el segundo triunfo consecutivo en partido oficial de la Real Sociedad y la tercera derrota seguida del Real Betis. Al principio, Hernández Maeso no había apreciado nada punible en la caída dentro del área visitante de Mikel Oyarzabal, pues parecía que Romain Perraud despejaba sin mayores problemas el balón, pero Del Cerro Grande avisaba a su compañero desde la sala VOR de que estaban revisando la acción por un posible contacto. El toque del francés en el costado del autor del tanto que dio a España su cuarta Eurocopa no se antojaba suficiente, pero las repeticiones demostraron que existe un toque, aunque bastante leve, entre los pies izquierdos de ambos. Como quiera que el capitán local puntea la pelota justo antes, la pena máxima era la consecuencia esperada.
El colegiado extremeño señaló el punto fatídico y allanó el camino realista, si bien varios analistas arbitrales, incluyendo algunos de reconocida predilección por el cuadro 'txuri-urdin', coinciden al apuntar que no es suficiente el contacto para señalar penalti. Y es que, en realidad, no hay una patada o un derribo nítidos, sino un toque en la plantilla de la bota de Oyarzabal que probablemente no habrían supuesto por sí mismo la caída del atacante anfitrión. Al no haber un error claro y manifiesto en la apreciación del colegiado principal, que dejó seguir, no existían motivos razonables para que el responsable del VAR lo llamara por el pinganillo para ver la jugada en el monitor y decidir si cambiaba o no de criterio. Más o menos lo que le ocurrió la temporada pasada en el Santiago Bernabéu con su tocayo Hernández Hernández en la polémica remontada del Real Madrid, que ganó 3-2 tras llegar 0-2 al descanso con el colista UD Almería.
No vio por esa acción su quinta amarilla del ciclo el ex de Niza y Southampton, que se la jugó también en un manotazo a la cara de Take Kubo, aunque llegó al descanso sin castigo y eran ya cuatro jornadas esquivando la suspensión por acumulación, tras la amenaza por ver la cuarta a los 75 minutos contra el Atlético de Madrid, si bien se marchó indemne frente a Athletic Club, RC Celta de Vigo y Valencia CF, pese a disputar íntegros esos encuentros. El problema añadido vendría por que el sustituto natural de Perraud es Ricardo Rodríguez, señalado por su bajísimo rendimiento y su falta de actitud en Mladá Boleslav. De hecho, se hizo viral un vídeo de cómo vuelve andando mientras los checos empatan el partido entrando por donde se supone que le tocaría defender al internacional suizo, del que los verdiblancos tratarán de desprenderse ya este mercado invernal.