Se quejaba Manuel Pellegrini tras el encuentro del juego duro de los futbolistas del Getafe, que “metieron seis o siete manotazos” sobre los jugadores del Betis para frenar de ese modo los intentos de ataque verdiblancos. Pero de todos ellos, el que más llamó la atención fue el que protagonizó Arambarri sobre Isco en el minuto 13 de partido.
El centrocampista uruguayo fue el encargado de marcar de cerca al malagueño durante toda la primera mitad. Y lo cierto es que consiguió que el talentoso mediapunta verdiblanco, que volvió a ser elegido como MVP del partido, no tuviera mucha incidencia en el juego hasta en esos primeros 45 minutos.
Bordalás se vio obligado a cambiar a su ‘perro de prensa’ en el descanso. En el minuto 39 había visto una amarilla por protestar y, dada su misión de estar siempre encima de Isco y no dejarlo maniobrar, el técnico azulón era consciente de que podía perder a su futbolista antes de tiempo con una nueva amonestación.
De ello se quejaban muchos aficionados béticos tras ver la acción en la que Arambarri le soltó un codazo en el rostro al ex del Real Madrid, que se echó la mano a la cara y quedó tendido sobre el césped del Coliseum sin mayores consecuencias.
Sorprendentemente, el colegiado Soto Grado no sancionó la falta con tarjeta. Por ello, muchos seguidores verdiblancos han puesto el grito en el cielo a través de las redes sociales, considerado que si el árbitro castellano-leonés hubiese amonestado a Arambarri en esa primera acción, el Getafe podría haberse quedado con diez jugadores antes del descanso, tras ver el charrúa la mencionada amarilla poco antes del intermedio.
Sería jugar a ‘fútbol ficción’, pues quizás en ese caso, el mediocentro azulón no se la habría jugado con sus protestas al colegiado. Lo que sí está claro es que Bordalás se temía lo peor y optó por retirarlo del terreno de juego pese a su buena actuación, saltando en su lugar Alderete. Este cambio dio pie a que Isco fuese otro en la segunda mitad, donde volvió a ser el futbolista sobre el que gira el juego del Betis.
El malagueño se sacó de la chistera varios pases que sus compañeros no pudieron aprovechar y gozó de un par de buenas ocasiones para hacer el 1-2. Especialmente, un disparo desde el interior del área tras pase de Bellerín que David Soria despejó con un paradón.