Óscar Murillo5 min lecturaMucho deben torcerse las cosas para que Ramón Planes no sea el sustituto de Antonio Cordón al frente de la dirección deportiva del Real Betis. El acuerdo con el ilerdense es total, igual que el suyo con Ángel Torres, presidente del Getafe, para resolver el contrato que les une hasta 2025. El propio rector azulón lo dejaba entrever recientemente en su conversación con ESTADIO Deportivo, confirmando una predilección conocida en el mundillo en cuanto el ejecutivo extremeño comunicó a Ángel Haro y José Miguel López Catalán que tenía la intención de hacer uso de la cláusula de escape recogida en su vinculación a finales del tercer año. Ya se comprobará si, como él mismo defendió a capa y espada, no hay un gran club detrás de su decisión, aunque en la planta noble del Benito Villamarín optaron por eliminar las suspicacias que podría haber si hubiese seguido hasta el 30 de junio.
Hasta el acuerdo verbal con Planes, que se comprometerá seguramente por tres temporadas con los heliopolitanos, ha habido otros nombres sobre la mesa de la comisión ejecutiva, de la que forman parte también un Manuel Pellegrini que se abstuvo de opinar (pese a los rumores de que había pedido la llegada de su amigo Mario Husillos) y el CEO, Ramón Alarcón. El hispano-argentino se ofreció, cierto, o lo ofrecieron, pero hay un amplio grupo de profesionales cuyo curriculum no pasó más cortes, exceptuando una recepción por educación y referencia. Vlada Stosic, David Belenguer, Roberto Ríos... Nombres relevantes en la historia reciente del Betis que, sin embargo, no estuvieron en la 'short list' para suceder a Cordón, que se llevará seguramente a hombres de confianza que siguen en la entidad, como Alberto Benito y José Ignacio Navarro. La promoción de uno de ellos o de ambos se contempló, aunque la idea inicial de buscar alguien de fuera con experiencia, bien de años en general o de permanencia en un determinado club al alza, se impuso.
De inicio, gustaba mucho Antero Henrique, hombre de confianza de Nasser Al-Khelaïfi en el PSG, aunque, como ocurre con Luis Campos en el Celta, abierto a colaborar con otros clubes que no sean competencia directa del parisino. Incluso, se vio en el portugués, que ejerce allí de asistente ejecutivo del director general de Deportes, una vía para mejorar las relaciones con los franceses, de uñas al negarse el Betis a abonar más porcentaje de la venta de Lo Celso al Tottenham que lo recogido en el traspaso, pese a que hubo una cesión remunerada inicial exageradamente alta que llevó al jeque a llevar el caso a los tribunales. El sueldo del ex jefe de planificación del Oporto escapaba, con todo, de las posibilidades hispalenses.
Otro nombre subrayado en la agenda de los rectores verdiblancos era el de Quique Cárcel, que termina contrato el próximo verano, después de nueve años al frente de la dirección deportiva del Girona. El ex mediapunta badalonés es, a sus 48 años, uno de los profesionales jóvenes más reputados del panorama español, aunque había voces en los despachos de La Palmera que, pese a aciertos recientes como Tsygankov (fichado por cinco millones en el mercado invernal, compartiendo el 50% de su pase con el Dinamo de Kiev, pese a que tiene 22 de valoración y lleva ya tres goles y otras tantas asistencias en siete partidos aquí), lo consideran una apuesta arriesgada. De momento, el City Group no le propuesto renovar, aunque ya tiene 'novias' importantes. De ese mismo perfil, hay buenos informes del brasileño Juni Calafat (50), jefe de 'scouting' del Real Madrid, mientras que hubo un sondeo a Fran Garagarza, que se fue con Lopetegui a los Wolves en noviembre del año pasado, pero el vasco prefiere seguir por ahora en su cargo allí, algo parecido a un director de cantera.