Dos expulsiones del mundialista Pezzella; una de Edgar González; otra de un Luiz Felipe que primero necesitó un período de adaptación tras su fichaje y luego tuvo que volver a parar, llegando lesionado al parón de Qatar 2022; el mal momento de Víctor Ruiz, sin ritmo cuando ha jugado debido mermado por problemas físicos y falta de continuidad... El Real Betis necesita un refuerzo defensivo y Manuel Pellegrini, avalado por tres años y medio en los que ha sacado el máximo provecho a cada céntimo de euro, tiene muy claro cuál es el fichaje ideal para el próximo mercado invernal. Así se lo ha hecho saber al director deportivo, Antonio Cordón, cuando éste le informó del ajustado margen de movimientos para enero.
Para tranquilidad del club, que en la próxima Junta General de Accionistas presentará 38 millones de euros en pérdidas, y de Cordón, atado de pies y manos por una delicada coyuntura económica que ya le puso muy díficil poder inscribir en agosto a las caras nuevas de la 22/23 y a los jugadores renovados, Pellegrini no necesita gastar ni un solo euro en ese refuerzo que considera ideal en todos los sentidos. El chileno siempre ha demostrado su total comprensión hacia lo que la entidad puede y no puede hacer y siempre se ha mostrado más partidario de que no le toquen lo que tiene.
Se trata del jovencísimo Félix Garreta, que con sólo 18 años demuestra hechuras de central dominante en un futuro no muy lejano. Paradójicamente, es el único de la nueva hornada que aún no ha debutado con el primer equipo en partido oficial. Lo hicieron el extremo Juan Cruz y también los centrocampistas Enrique Fernández y Dani Pérez. La juventud del zaguero y las necesidades del filial invitan a recorrer con paso lento esa inevitable senda, pero Pellegrini estima que el canterano ha levantado el brazo para pedir paso y hay que dárselo.
A la planificación estival le faltó un extremo, tras las salidas de Tello y Diego Lainez, y a Pellegrini no le tembló el pulso a la hora de pescar en el Betis Deportivo para promocionar a Juan Cruz, igual que había hecho con Rodri en su primer año en el Betis y con Paul en el segundo. Ahora, el chileno ha transmitido al club su intención de repetir la jugada para reforzar su defensa con ese central izquierdo que le falta.
Edgar, Luiz Felipe y Pezzella son diestros y el único central zurdo es Víctor Ruiz. Félix, además de cumplir con el perfil y ser un 'fichaje gratis', es un futbolista que ya convenció al chileno en la pasada pretemporada y que le ha encantado en las semanas que lleva trabajando con el primer equipo tras la lesión muscular del italo-brasileño y, especialmente, en la gira por Argentina y Chile.
Después de un primer tramo de curso con muy buenos datos defesivos (nueve porterías a cero), se ha ido al parón con un 3-0 en Valencia, seguido del 4-0 en el amistoso ante River Plate y el 5-0 en el primer 'bolo' contra Colo-Colo. En este contexto, Félix fue el mejor jugador del Betis en el segundo duelo con los chilenos: muy bien fuera de zona, atrevido para jugar lejos de su portería, suelto con la pelota, muy concentrado e inteligente a la hora de usar el cuerpo para proteger la pelota. El joven central demostró las ganas de todo canterano y el aplomo de un veterano, llegando incluso a encararse con algún rival cuando el choque se calentó demostrando también carácter y personalidad pese a sus 18 años. Se le ven muy buenas maneras.
Félix Garreta (Palau-solità i Plegamans, Barcelona, 21 de abril de 2004) cumple su tercera temporada en el Real Betis, tras llegar en el verano de 2020 en su último año de cadete y procedente de la DAMM catalán. Está inscrito en la Lista B de la UEFA Europa League y el curso pasado, con sólo 17 años, ya debutó y comenzó a hacerse un sitio en el Betis Deportivo, donde esta temporada ha partido con un rol importante con Aitor Martínez, que le conocía de su exitoso juvenil de División de Honor. En el club de Heliópolis están encantados con la meteórica progresión de Félix y ya se movieron el pasado mes de septiembre para blindarle y renovar su contrato hasta 2026. Está subiendo los peldaños de dos en dos y Pellegrini ya le espera al final de la escalera con la puerta del primer equipo abierta de par en par.