Antagonistas natos. Enemigos íntimos, que dirían Sabina y Páez. Lo de Manuel Pellegrini y Jose Mourinho es una historia de caminos empeñados en cruzarse. Del "Yo nunca entrenaría al Málaga después de salir del Real Madrid" a los duelos en Inglaterra o el dominio del actual técnico del Real Betis en la Fase de Grupos de la presente edición de la Europa League. Siempre uno enfrente del otro. Ahora, en Italia rememoran estos 'duelos' entre el luso y el chileno para explicar la frustración del técnico de la AS Roma por una llamada de teléfono a Héctor Bellerín.
Que la Roma busca lateral derecho en enero es un secreto a voces desde la rajada de Mourinho contra Rick Karsdorp y, tantos los medios de comunicación italianos como la prensa de Cataluña vienen informando de la insistencia del luso para hacerse con los servicios de Bellerín, uno de los futbolistas menos utilizados por Xavi Hernández en el Barcelona y cuyas características entiende que son las idóneas para su 1-3-5-2 en el cuadro 'giallorosso'.
Por este motivo, la Roma habría trasladado al Barça su interés por un traspaso a bajo coste -teniendo en cuenta que Bellerín acaba contrato en junio- o incluso una cesión para la segunda parte de la temporada para que luego el futbolista sea libre de elegir destino. En ese sentido, las mismas fuentes apuntan al pesimismo galopante que se ha apoderado de Mourinho al conocer una presunta llamada telefónica de Pellegrini a su expupilo para pedirle paciencia y recalcar que el Betis sigue trabajando en las fórmulas para hacer posible ese fichaje ya pactado.
Cabe recordar que Bellerín tenía todo hablado con Antonio Cordón, director deportivo del Betis, e incluso estaba dispuesto a rebajarse notablemente su ficha en el Arsenal si conseguía rescindir el último año de contrato con los londinenses. Finalmente, después de que ambas partes demostrasen su total predisposición esperando hasta las últimas horas del mercado estival de fichajes, a Bellerín se le abrió la puerta para regresar al Barcelona.
El Barça 'se conformó' con el que lateral formado en La Masia tras fracasar en su empecinado intento de hacerse con César Azpilicueta, a quien el Chelsea no dejó salir. Bellerín sabía que partía como jugador de 'fondo de armario' y, pese a cumplir un sueño de su infancia, sólo firmó un año con la idea de poder recalar en el Betis en 2023 y reencontrarse con sus amigos Borja Iglesias y Aitor Ruibal, con un técnico que le devolvió la confianza como Pellegrini y un club que -palabras literales- propició su "reconciliación con el fútbol". Tanto es así, que su último día como bético no pudo reprimir el llanto desconsolado.
En cualquier caso, ni el Betis tiene margen para reforzarse en enero ni el Barça puede a priori afrontar la búsqueda de los dos o tres refuerzos que le quedaron pendientes en verano. Según explicó el presidente culé, Joan Laporta, "la economía del club está más saneada, pero LaLiga no permite fichar". Sin llegadas, es poco probable que dejen salir a Bellerín por mucho que no sea importante en los esquemas de Xavi y haya recibido críticas, que incluso ha puesto al mundialista Álex Balde a pierna cambiada por delante de él.