Pellegrini está perdiendo a su Lamine Yamal en el Betis

El alcalareño Jesús Rodríguez se quedó con la miel en los labios de debutar en Primera el día del Leganés y, ahora, una lesión suya ha hecho saltar las alarmas en el Benito Villamarín. El beticismo espera ya que le den la alternativa de una vez por todas en el primer equipo

Alberto GálvezAlberto Gálvez
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Pellegrini está perdiendo a su Lamine Yamal en el Betis
Jesús Rodríguez siempre tiene una dedicatoria muy especial en sus goles. - RBB

Tranquilo querido lector, no se ponga las manos en la cabeza por el titular. Al menos, hasta que lo vea jugar en Primera División. Eso... si el Betis y Pellegrini no se lo cargan antes.

No es Lamine Yamal porque ni tienen los mismos años ni el mismo color de piel, pero sí el mismo estilo de juego. Sí el mismo descaro y la poca vergüenza de sacarle los colores a todo rival que se le ponga enfrente. Porque es lo que le divierte y es lo que nos divierte a la mayoría. Es por lo que merece la pena sacarse un abono o pagar una entrada. Se parecen tanto que, a ambos, les gusta jugar 'a pierna cambiada', porque el barcelonista es zurdo y el bético diestro.

Que sí, que el azulgrana está batiendo todos los récords y ya es campeón de Europa con la absoluta teniendo dos años menos que el bético, que es campeón europeo con la sub 19, que tampoco es poca cosa. Pero si a Lamine lo comparan ya en Barcelona con Messi, permítanme comparar al alcalareño con la nueva joya culé. O, al menos, hasta que la realidad demuestre lo contrario.

Porque, al margen de lo que digan sus DNI, realmente se parecen, pero uno está en la mejor cantera de España y el otro en otra que lo intenta pero que no lo es porque le falta lo primordial. Y no es otra cosa que el saber detectar el momento y el escenario oportuno para romper la barrera de Primera División.

En el Barça si tienes a un talento como estos es más fácil hacerlos debutar, porque al estar rodeado de tantas estrellas sus carencias siempre se notarán menos. Vale, os compro ese argumento en mi contra. Pero también es un hecho que el club azulgrana es un experto a la hora de darles las alternativas. Luego se quedan o se marchan porque no caben todos, pero raro es el canterano culé que no lo hace bien en su estreno con la elástica azulgrana del primer equipo. Porque lo cogen en su momento más dulce y de menos presión.

Y el gran 'Ingeniero' bético ya ha perdido la primera oportunidad con Jesús el día del Leganés, donde, con el partido ya ganado, muchos (como yo) no entendieron que no le hiciese tal regalo al canterano y al beticismo, que está deseando verle en acción con el primer equipo.

Ahora, una sobrecarga en el semitendinoso le hizo llorar el pasado fin de semana, porque pensaba que era una lesión aún peor. Lágrimas que sonaron a un claro: "¡Ahora no, por favor!". Y que le rompieron el alma a más de un bético. Porque sabe que está en el momento clave de su carrera. Dar el salto o quedarse en el intento. Porque ya ha llamado a la puerta del primer equipo y le han dejado pasar, pero no le han permitido todavía sentarse en la mesa a comer. Y eso, después de cómo respondió el año pasado, para mí es de mala educación. Y viendo la falta de gol que padece siempre el primer equipo es falta de visión y de valentía a partes iguales.

Porque para el que no le conozca y lea esto, Jesús tiene regate callejero, velocidad, instinto goleador y, sobre todo, la cabeza muy bien puesta. Cualidades más que de sobra para ser el nuevo ídolo del beticismo en un futuro, para ejercer de plato principal en cualquier restaurante con estrella Michelín. Porque la chuleta ya está hecha la mires por donde la mires, vuelta y vuelta. Ya sólo hay que ponerla en el plato y saborearla domingo tras domingo.

El año pasado, el Betis puso el fuego de su cocina tan alto que casi acaba quemándole haciéndole participar con el División de Honor Juvenil, el Betis Deportivo y entrenar con el primer equipo casi de manera simultánea. Aparte del cacao de instrucciones técnico-tácticas que tendría en la cabeza el extremo, el físico de un jugador que todavía está en fase de desarrollo muscular pudo sufrir los excesos de minutos. Lo dicen los expertos, no yo. Afortunadamente, respondió con creces en los tres equipos en el rol que le tocó desempeñar en cada uno de ellos. Y, luego, con la selección española también.

Y, por si fuera poco, psicológicamente, ha dado muestras siempre de ser un jugador fuerte y humilde, de querer jugar sea en la categoría que sea y de tener claro que está para servir al club, porque no entiende de egos, ni de contratos ni de cláusulas (50 millones de euros la actual). Seguro que viene de buena rama, porque eso sólo se trabaja en casa.

No tengo dudas de que pondrá el Benito Villamarín en pie como en su día lo hizo Joaquín Sánchez. Pero tampoco las tengo de que el fútbol no espera a nadie. Y que son muchas las joyas como él las que se han perdido por el camino quedándose con la miel en los labios de debutar en la elite. Así que Manuel, en tus manos tienes otro título en juego, como el que ya nadie le podrá quitar a Xavi Hernández, el de hacer debutar a Lamine Yamal.