Aunque no sea oficial, a estas alturas ya existe la certeza de que Guido Rodríguez no renovará su contrato en el Betis, por lo que abandonará el Benito Villamarín a la conclusión de su contrato.
Por si existía alguna duda, el propio argentino las disipó ayer en su llegada a Argentina al hablar ya en pasado de su larga y fructífera etapa en el club heliopolitano. "Obviamente que se habló mucho (en referencia al Barça), pero yo también por respeto al Betis, que fui muy feliz ahí, no quería hablar de más. Ahora estoy llegando, con un retraso incluso del vuelo, y estoy con la cabeza en la familia y la selección, por lo que veremos qué pasa en el futuro", señaló el pivote, dando por zanjado su ciclo como bético.
Una vez resuelto el asunto de su continuidad o no en Las Palmera, lo que no está ahora tan claro es que su siguiente destino sea el Barcelona a pesar del acuerdo que ha alcanzado con los azulgranas, hasta el punto de que se podrían truncar su deseo de recalar en el Camp Nou.
Así lo asegura, al menos, Mundo Deportivo, más concretamente el conocido periodista Fernando Polo, que resalta que Guido tiene un acuerdo con el Barça para fichar como agente libre, pero que corre el peligro de romperse por los problemas económicos de la entidad catalana.
En este sentido, esta fuente afirma que el Barça no está en condiciones en estos momentos de asegurar al argentino su inscripción en LaLiga debido a que, de momento, no cumple los requisitos del 'fair play' financiero, para lo que necesita realizar varias operaciones para ajustar la masa salarial y crear espacio para el centrocampista.
El problema reside en que en Camp Barça no se sabe exactamente cuándo podrá cumplir con el 1:1, por lo que no le puede dar ninguna fecha a Guido, ni siquiera que pueda llegar a conseguirlo este verano, si bien, como apunta MD, hay optimismo este sentido en las huestes catalanas,
Claro que hay un factor que complica aún más la situación, tanto en cuanto Mundo Deportivo afirma que el acuerdo alcanzado con Guido Rodríguez tiene vigencia hasta mañana, día 31 de mayo. Pasada esta fecha de caducidad, el argentino tiene libertad para rechazar su fichaje por el Barça ante el riesgo que supone y decantarse por otras de las ofertas que tiene sobre la mesa. El culebrón continúa.