El Betis ha pisado el acelerador en estos últimos días del mes de junio para avanzar en la planificación de su plantilla. Cerrados los fichajes de Perraud y Marc Roca, y a la espera de concretar los traspasos de Abner Vinícius y Willian José, se han iniciado los contactos con el Atalanta por Bakker para completar el lateral izquierdo y cobra fuerza la opción de Diego Llorente para reforzar el eje de la zaga. Pero, pese a tener el foco en la defensa, los esfuerzos de la dirección deportiva pueden dar pronto sus frutos también en ataque.
Días atrás, el diario As apuntaba que Iker Losada vestirá de verdiblanco en la 24/25, aunque Manu Fajardo aclaraba que "es uno de los muchos atacantes” que el club tiene “controlados”, descartando que estuviese cerrado.
La misma versión ofrecían fuentes de la negociación a ESTADIO Deportivo, que ya desveló el seguimiento del club bético hace casi tres meses. Pero desde Vigo, la Cadena Ser insistía este viernes en que todo está acordado para que el atacante gallego, que se desenvuelve como extremo diestro y mediapunta, acabe aterrizando en Heliópolis.
En este sentido, este diario ha podido conocer que, efectivamente, la sintonía entre el Betis y el jugador es total y no habrá problema alguno al respecto. Pero para cerrar su incorporación, todavía falta llegar a un acuerdo con el club propietario de sus derechos hasta 2025, el Racing de Ferrol, algo que todavía no se ha producido.
A Iker Losada, al que también han tentado el Getafe o el Mallorca, le seducía la posibilidad de regresar al Celta de Vigo, de cuyo filial salió el pasado verano sin poder dar el salto al primer equipo (sólo jugó 4 partidos en la 19/20). Pero la realidad es que el club celeste no se ha movido para cerrar su regreso, al no considerarlo prioritario, y la oferta del Betis, con un contrato hasta 2028, le ha convencido para no esperar más a su ex equipo.
El siguiente paso, por tanto, es perfilar el trato con la entidad ferrolana, que tampoco debe suponer un obstáculo insalvable dado lo económico de su fichaje, siendo optimistas las fuentes consultadas por ED, que revelan que el precio de su cláusula de rescisión es de 2 millones de euros (y no 1,8 kilos como se apuntó en un principio).
Pese a ello, la intención del Betis es no abonar dicho importe de forma íntegra, algo que ya habría podido realizar tras alcanzar un acuerdo con el futbolista. En su lugar, buscaría alguna rebaja o facilidad de pago, sin descartarse la posibilidad de incluir a algún canterano en la operación como cedido. Un plan en el que encajarían nombres como el de Ismael Sierra, a préstamo este pasado curso en el Teruel, o Ricardo Visus, que por edad (23 años) ya no podría alternar el filial con el primer equipo, con el que ha disputado 4 partidos en la 23/24. El central madrileño acaba contrato este próximo 30 de junio pero la idea es que renueve y salga cedido, preguntando por su situación otros clubes de Segunda división como Albacete, Tenerife y Eibar.