El 11 de junio de 2005, el Vicente Calderón, histórico feudo del Atlético de Madrid, acogía la final de la Copa del Rey entre el Real Betis, que esa temporada se había clasificado por vez primera en su historia para la Champions League, y el CA Osasuna. Triunfaron en la prórroga los verdiblancos (2-1) con un gol de Dani Martín Alexandre, convertido desde entonces en una leyenda, por aquella gesta y por anotar el histórico tanto que derrotaría en la máxima competición continental al Chelsea de José Mourinho en el Benito Villamarín. Volviendo a la cita en la capital de España, unos 20.000 aficionados heliopolitanos y otros tantos rojillos tenían entrada, aunque fueron varios miles más los que se desplazaron a Madrid, conviviendo perfectamente, sin el más mínimo incidente. Ahora, casi dos décadas después, el choque entre navarros y andaluces de este sábado (16:15 horas) en El Sadar ha sido declarado de Alto Riesgo.
Así lo ha determinado esta semana Antiviolencia, que ha equiparado un enfrentamiento histórico pero inmaculado con el derbi catalán entre FC Barcelona y RCD Espanyol del 3 de noviembre y entre CD Castellón y Levante UD de este fin de semana. Y todo por culpa de unos pocos, los ultras béticos (Supporters Sur y United Family) y osasunistas (Indar Gorri), que protagonizaron una pelea multitudinaria hace ahora poco más de un año en Sevilla, en las calles de Heliópolis, en los prolegómenos del choque liguero de la 23/24 en La Palmera. De ideología política opuesta, no se trata de facciones con tradición de enfrentamientos, pero la gravedad del último, con un motorista herido de cierta gravedad que salvó milagrosamente la vida pese a ser apaleado en la cabeza (paradójicamente, atacado por hinchas navarros al confundirlo con uno local, pues era pamplonés), obliga a tomar medidas drásticas. Los 500 béticos este fin de semana en Pamplona tendrán limitación de movimiento y acción, muy a pesar de todos.
Las fuerzas del orden iniciaron entonces una investigación que concluyó en marzo de 2024 con un total de 84 detenciones en las capitales madrileña, navarra y sevillana, tras una primera oleada de 58. El rastro que dejaron en las redes sociales tras quedar a 850 kilómetros para que dos ejércitos de negro compitieran con puños americanos, bates de béisbol y otros objetos contundentes fue decisivo, aunque lo curioso es que el detonante fue imponerse a una batalla previa (en septiembre de 2023) entre Indar Gorri y Biris Norte, ambos de ultra izquierda (con la única distinción del carácter nacionalista e independentista de los primeros), pero enfrentados por el apoyo de la peña radical sevillista a varios miembros de 'La Manada' pese a la agresión múltiple con otros amigos a una chica madrileña en los Sanfermines de 2016, que dio con todos ellos en prisión.