Aitor Torvisco5 min lecturaEl golazo de Isco Alarcón decantó la balanza de la eliminatoria de dieciseisavos de final que SD Huesca y Real Betis (0-1) disputaron en la sobremesa de este sábado en El Alcoraz, en un partido mucho más igualado de lo que se presumía. Giovani Lo Celso se topó dos veces con el palo y Vitor Roque falló lo infallable; pero a pesar de esa superioridad que un día más no fueron capaces de materializar los de de Pellegrini, el equipo oscense vendió muy cara su eliminación. Generó peligro a balón parado y no paró de creer en sus posibilidades. Dos goles anulados por fuera de juego previo en los últimos minutos evitaron un lío para los béticos, especialmente tras el mayúsculo susto en el 90+5': ya fuera de tiempo, Soko conectó una chilena espectacular pero Ortiz Arias no dudó en anularlo ante las lógicas protestas locales. Valiente actuación del árbitro madrileño, a quien cabe recordar que la RFEF dejó solo ante el peligro, compuesto y sin VAR.
Ante todo, cabe reseñar que las imágenes de televisión muestran muy a las claras que Ortiz Arias y sus jueces de línea acertaron en las dos acciones de los goles anulados al Huesca. También se mostró valiente y con personalidad a la hora de dejar jugar, permitiendo muchos contactos. No obstante, de no haber tomas tan evidentes a su favor a buen seguro ahora se hablaría con vehemencia y se montaría un buen sainete. De hecho, el cuadro local acabó con dos amonestados por protestar y dos expulsados. El técnico Antonio Hidalgo vio la roja directa en el 80', antes incluso de esas dos 'dianas interrumptus'; y tras el que pudo ser el 1-1 fue expulsado otro miembro del banquillo local. La imagen de Sergi Enrich, negando con los brazos, o las protestas de otros jugadores evidenciaban que no estaban de acuerdo con la labor arbitral (y que aún no habían visto las repeticiones).
Es evidente que en los campos de menor categorías no hay infraestructuras para instalar las numerosas cámaras de vídeoarbitraje; pero no es el caso de El Alcoraz, estadio de Segunda división (hace muy poco lo fue de Primera) en el que sí hay VAR en los duelos ligueros. La RFEF se mantiene firme, edición tras edición, en que no haya ayuda de la tecnología hasta la ronda de octavos de final; pero la decisión no deja de despertar controversia. Si la razón esgrimida es que en unos campos se podía y en otros no, es lógico que muchos se pregunten qué pasaría si un equipo de menor categoría se plantase en octavos, cuartos o semifinales. ¿Tampoco habría VAR?
Sergi Enrich remata muy mal a portería vacía, Natan salva sobre la línea y Javi Hernández llega corriendo desde atrás para quedarse el rechace y remachar a portería vacía. Ortiz Arias mira el brazo extendido de su asistente y no dudó en anular el tanto del Huesca por fuera de juego previo. El propio Enrich estaba claramente adelantado cuando recibe antes del primer remate.
Con el tiempo ya cumplido, Jorge Pulido peina un saque de banda largo, Loureiro también prolonga y Soko conecta una tijera espectacular directa a la red. El delantero, que había perdonado varias en la primera mitad, lo celebra por todo lo alto, descamisándose y todo, pero el árbitro lo anula y además le amonesta por desprenderse de la parte de arriba de su vestimenta. Este segundo gol anulado a los oscenses, por ser el minuto que era, fue bastante más protestado que el anterior, pero igualmente claro. El delantero está en posición de fuera de juego antes de su acrobático remate. Nuevo acierto de Ortiz Arias, abandonado a su suerte por la RFEF y desprovisto de VAR.