El Real Betis ha arrancado este martes su versión 4.0 de la exitosa etapa con Manuel Pellegrini, que ha logrado tres clasificaciones seguidas para la Europa League y ha ganado una Copa del Rey. Llegar más lejos en la competición continental y pulir esos pequeños defectos que le han impedido dar el siguiente paso en su crecimiento, aspirar a jugar la Champions League por segunda vez en su historia, son los ambiciosos retos que afronta un vestuario que en la 2023/2024 estrenará un nuevo orden. La retirada de Joaquín Sánchez propicia el primer relevo en la capitanía en ocho años, rol que asume "con orgullo y responsabilidad" Andrés Guardado que, además de Sergio Canales y Nabil Fekir, contará con la asistencia de otro veterano de guerra como Claudio Bravo. Tanto el mexicano como el chileno, recién renovados por un curso más, han estrenado galones y han marcado la línea a seguir desde el primer día.
"Espero representar al Betis como lo he hecho en estos seis años anteriores y que sea un año igual de exitoso o más que los últimos. Ser capitán es una responsabilidad muy grande, con la suerte, o mala suerte, de heredar el brazalete de alguien como Joaquín, por lo mucho que representa su persona para la historia del Betis y del fútbol español. Para mí es todo un orgullo e intentaré representar dignamente a las trece barras", ha manifestado Guardado, en declaraciones a RTV Betis, donde ha remarcado su alegría por poder iniciar su séptima campaña de verdiblanco.
"Tenía muchísima ilusión por poder renovar, era lo que yo quería y lo que creo que era lo mejor para mí. No ha habido ningún problema para ponernos de acuerdo y seguir un año más, así que estoy muy agradecido por la confianza del club y del míster, que ha sido una parte muy importante para que hoy pueda seguir aquí", explicó el internacional azteca, en la misma línea que se expresó su compañero Claudio Bravo tras la primera ronda de reconocimientos médicos con la que daba comienzo la pretemporada del Betis.
"Estoy muy contento, venía para dos años y mira lo que son las cosas, esta va a ser mi cuarta temporada acá. Creo que es fruto del esfuerzo, del trabajo y de la dedicación que uno va consiguiendo con los partidos, con los entrenamientos, con el día a día permaneciendo activo... Me genera una satisfacción enorme poder contribuir a este club y, sobre todo, hacer las cosas de buena manera", manifestó el portero chileno, que coincidía con su nuevo capitán en la necesidad de mentalizarse desde el primer día en alcanzar cotas altas y centrando la mirada especialmente en la Europa League.
"Empezamos con el listón alto una temporada más. El listón es ése, de ahí para arriba. No nos podemos plantear otra cosa y la temporada debe plantearse de esa manera: no regalar nada y estar enfocado en lo máximo desde el primer día con la sensación de obtener algo, que es lo que nos ilusiona a nosotros y a los aficionados. Sería el premio máximo para nosotros en esta temporada", señaló Bravo, con la rotundidad y la seguridad en las palabras que le da su experiencia y que justifican por qué Pellegrini ve en él a todo un líder del vestuario.
En la misma línea y aún más concreto en ese objetivo se mostraba Guardado: "Nos estamos acostumbrando a lo bueno, a jugar en Europa cada año, a disputar títulos como la Copa del Rey... Es como debe ser. Ojalá este año podamos afinar algunos detalles que nos han faltado en los últimos años y dar un pasito más en Europa. Nos hace especial ilusión la Europa League y lo vamos a intentar hasta el final".
"Muy bien, la verdad que estaba ya con ganas de empezar, de regresar y de ver a los compañeros. Un poco, esto es como el primer día en el cole. Todos llegamos con nuevas energías, con las pilas cargadas tras disfrutar de tiempo con las familias y de un merecido descanso. Venimos con la ilusión de prepararnos bien para conseguir los objetivos y que, si no mejor, que por lo menos sea una temporada igual de buena que las dos anteriores", señalaba Guardado, a las puertas de los 37 años, con cinco Mundiales y una dilatada trayectoria.
"Bien, ya dejando atrás las vacaciones y con ilusión en un día bonito. Uno se llena de alegría cuando se reencuentra con los compañeros y volver al trabajo, además, es muy positivo porque estando incluso de vacaciones se echa de menos esto", dice Claudio Bravo, de 40 años, dos veces mundialista, ganador de todos los títulos con Barcelona y Manchester City, con dos Copa América con Chile... Se confirma que el Betis tiene el elixir de la eterna juventud. Joaquín no ha podido encontrar dos mejores sucesores para entregar su brazalete.