Álvaro Palomo3 min lecturaLa aún breve trayectoria de Johnny Cardoso en el Benito Villamarín ha estado marcada, sin duda, por una serie de sorpresas y en el presente ha generado un serio dilema en el Betis que resultaba poco probable cuando llegó y muy inesperado en este momento tras las sensaciones dejadas desde que llegó.
Y es que, al contrario de lo previsto, las bajas le abrieron muy pronto la puerta del once de Pellegrini y el estadounidense respondió de tal manera que no tardó en convertirse en indiscutible para el chileno y demostrar que su fichaje en enero por seis millones de euros procedente del Internacional brasileño había sido un completo acierto.
De hecho, desde que entró en la alineación inicial contra el Barcelona, Cardoso encadenó nueve titularidades consecutivas, siete en el campeonato liguero y dos en la eliminatoria de la Conference League contra el Dínamo de Zagreb, con una participación destacada en la mayoría de encuentros, hasta el punto de que marcó ante el Athletic y sirvió asistencias ante el Cádiz y el Atlético de Madrid, siendo esencial en las victorias ante amarillas y vizcaínos. En este periodo, completó todos los choques menos el primero, al ser sustituido en el 73'.
Este protagonismo provocó que no se le incluyera a priori en las quinielas como el sacrificado por Pellegrini por el cantado regreso al once de Guido Rodríguez una vez que dejó atrás las molestias que lo mantuvo apartado de los terrenos de juego durante un largo periodo. Todo apuntaba a Marc Roca y así fu, el catalán se quedó en el banquillo, pero también el norteamericano por la decisión del míster de concederle la titularidad a William Carvalho después de su gran segunda parte contra el Atlético. Cardoso, sorprendentemente, quedó relegado al banquillo, y solo disputó 12 minutos.
Esta suplencia generó mucho debate, pues suponía sentar a un futbolista que había sostenido el centro del campo verdiblanco durante muchos partidos y lo cierto es que el equipo lo acusó notablemente ante el Villarreal en un partido que terminó con derrota por 2-3.
Ahora a Pellegrini se le plantea un sensible dilema, con Cardoso con el papel principal, pues tendrá que decidir si lo devuelve al once el domingo en Vallecas, teniendo en cuenta que Guido es completamente intocable ahora que ha vuelto. Su regreso supondría devolver al banquillo a William Carvalho y prolongar la suplencia de Marc Roca, no habiendo más opciones por la recuperación de futbolistas como Isco. Cadoso se encuentra en una situación que básicamente no había vivido desde su aterrizaje y Pellegrini se enfrenta a un problema, bendito sí, pero cuya solución es vital para no causar desequilibrio en el vestuario ni daños colaterales.