Isco Alarcón se estrenó esta noche como titular en la presente temporada después de recuperarse de su lesión y anotó el gol de penalti que puso en ventaja a los béticos, pero que no resultó suficiente, porque perdonaron demasiado ante Batalla.
Así lo ve el costasoleño, que admite que les faltó pegada para resolver antes el choque ante el Rayo Vallecano. "Faltó gol. No matamos el partido. Esto es la élite. Si perdonas, te marcan, como al Barcelona. Es el fútbol de hoy en día. No puedes bajar el ritmo, porque te acaban penalizando", lamentó el mediapunta, que cree que hay equipo para más: "Tenemos muy buen equipo, mucho que mejorar. Hay que seguir trabajando, seguro que van a salir las cosas bien". "Hoy hemos hecho un buen partido, hemos generado muchas ocasiones, hemos filtrado buenos pases y nos está faltando un poquito este año... La tónica de muchos partidos es que el equipo genera ocasiones, pero no consigue matar el partido", insistió ante las cámaras de DAZN.
Además, apuntó que nota el amor de la afición: "Me siento muy querido aquí y es recíproco. Eso siempre ayuda a un futbolista. Ojalá pueda coger pronto el ritmo y volver a mi mejor estado de forma para dar muchas alegrías. Tenemos muy buen equipo, mucho que mejorar, pero también queda mucho todavía".
No obstante, lo más llamativo en sus declaraciones en DAZN es cuando le preguntaron por Ceballos y sus continuos guiños, como el último en el que aseguraba que faltaba en la postal navideña. Isco no se cortó y mandó un mensaje muy revelador sobre el futuro del utrerano como verdiblanco, lo que persigue tanto el medio como el club desde hace tiempo: "A ver si viene ya para acá. Se está haciendo querer...". Un comentario que seguro que dará mucho que hablar y que ya habrá llegado al propio Ceballos, al que le encantaría compartir centro del campo con el de Arroyo de La Miel.
Isco se rompió el peroné a poco más de un mes para una Eurocopa en la que tenía plaza fija y que acabó con título de campeón para España. Debía volver a inicios de esta 24/25, pero problemas en la recuperación le obligaron a pasar por el quirófano una segunda vez y los plazos se ampliaron al doble. Han sido meses sencillos, pero lo compensa con la felicidad de volver: "Eran muchas ganas de jugar al fútbol, de tener el balón... Tenía muchas ganas. Al final lo que nos gusta a los jugadores es estar en el campo y siete meses en el gimnasio, viendo cómo la cosa, que no avanzaba lo rápido que uno quiere... Siempre es complicado. He tenido que tirar de paciencia e intentar estar tranquilo. Ahora estoy contento de estar en el campo, lejos todavía de mi mejor versión, sobre todo física, porque al final ha sido mucho tiempo parado, pero con ganas de ir cogiendo ritmo para ayudar al equipo".