Álvaro Palomo3 min lecturaLuiz Henrique abandonó el pasado mes de febrero el Benito Villamarín en una buena operación para las cuentas del Betis, pues acordó con el Botafogo un montante por su traspaso de 16 millones más cuatro en variables, dos de fácil cumplimento, cuando en verano de 2022 había llegado a Heliópolis por ocho millones fijos y 4,6 en bonus. John Textor, propietario del club brasileño, apostó fuerte por el extremo, al que convenció con la promesa de que regresaría a Europa en las filas del Olympique de Lyon, también en nómina del conglomerado liderado por el empresario estadounidense.
A priori, regresar a su país no parecía lo más conveniente de su carrera después de no haber brillado en el Betis a pesar de haber dejado destellos de su calidad, pero el tiempo ha demostrado que su pase por el Botafogo está resultando todo un trampolín para el de Petrópolis, que ahora mismo se erige en uno de los futbolistas más destacados del Brasileirao, hasta el punto de que ha impulsado al Fogao a lo más alto de la clasificación.
En este sentido, el exbético registra grandes números desde su llegada, hasta el punto de que, en un total de 35 partidos, suma siete goles y ha servido cinco asistencias a pesar de haber sufrido una lesión inoportuna. A estos registros hay que sumarle su continuo desborde y capacidad para verticalizar el ataque del equipo dirigido en la actualidad por Artur Jorge, siendo, evidentemente, una pieza fija.
Este rendimiento ha propiciado que Luiz Henrique logre un reconocimiento muy importante una vez que dejó atrás su etapa en el Benito Villamarín, pues ha entrado en la lista para los próximos amistosos de la selección de Brasil.
El seleccionador, Dorival Junior le sigue muy cerca a tenor de su importancia en el Botafogo y su fuerte irrupción en su regreso al Brasileirao y ha tomado la decisión de incluirle en la nómina de nombres de la convocatoria para los partidos contra Ecuador y Paraguay, fechados para el 7 y el 11 de septiembre. respectivamente.
En Brasil, Luiz Henrique ha recuperado su mejor nivel de juego el cual nunca llegó a mostrar en el Real Betis más allá de momentos puntuales. A día de hoy, está ente las grandes estrellas de la Serie A brasileña a función de sus prestaciones y rendimiento diferencial. No en vano, tiene un alto porcentaje de culpa de la posición de privilegio del Botafogo.