No es de ahora. Hace más de una temporada que el siempre controvertido presidente del Olympique de Lyon, Jean-Michel Aulas, señalaba que Houssem Aouar, una de las grandes perlas de su cantera, debería irse para 'ayudar' al club a seguir creciendo. Ése ha sido el modelo de negocio que le llevó a la cima tantos años y que, pese a la aparición de los jeques del PSG, han seguido manteniendo.
Sin embargo, no sólo no salió sino que, con ocho meses de contrato por delante, aún sigue en Lyon y eso se ha convertido en un problema para la entidad. El Olympique le hizo una oferta de renovación la pasada temporada con el fin de contar con más margen de maniobra. Pero el jugador la rechazó. De hecho, este verano bajaron sus pretensiones enormemente y el Real Betis podría haberse hecho con él por un precio muy por debajo de su valor de mercado de haber tenido margen salarial y alguna venta de las que preveía. Ese mismo precio se le pedía a un Nottingham Forest, pero con el fichaje casi cerrado, fichó a otro jugador y Aouar se quedó en Lyon contra las cuerdas.
Ni la salida de Paquetá al West Ham por 43 millones, que le abría un hueco en el centro del campo en las últimas semanas de mercado, le ha permitido participar. Primero fue por una lesión, pero en las últimas semanas no ha aparecido por decisión técnica. Hace dos semanas se especulaba que le levantarían el 'castigo' antes de vérselas con el PSG, pero no fue ni convocado.
En Francia ya no ocultan que es una medida de presión para que no se vaya gratis. Los medios galos ya asumían esta semana que su salida está cantada y dan al Betis como una de sus dos principales opciones.
Conocido es que, como en su día hiciera el entorno de Nabil Fekir, un familiar de Aouar ha estado recientemente en Sevilla para conocer la ciudad y ha acudido a ver jugar al Real Betis en el Benito Villamarín. Están tanteando Heliópolis como destino y quieren saber lo que se van a encontrar.
En Sevilla van más allá que en el país vecino y ya se da por hecho que jugará aquí. Las negociaciones avanzadas que el director deportivo del Real Betis, Antonio Cordón, llevó a cabo este verano y que no se pudieron finiquitar, primero, por la falta de liquidez y de espacio salarial y, segundo, por la negativa de William Carvalho a entrar en la operación, se habrían culminado una vez cerrado el mercado estival.El futbolista asumió que, si no podía llegar al Betis, debia buscar una salida y aceptó la oferta del Nottingham Forest antes de que éste se decantara por otro centrocampista. Pero una vez llegado el 2 de septiembre, sin nuevo club y anclado en un Lyon que, salvo que renueve, no piensa tenerlo muy en cuenta, el futbolista habría cerrado su próximo contrato con el Betis.
Segúín señala Canal Sur, no sólo hay un precontrato y su familia ha venido a Sevilla a conocer el entorno, sino que incluso tendría ya buscada una casa en la capital hispalense.
Uno de los que más está sufriendo esta situación es el técnico del Lyon, Peter Bosz, quien está en la cuerda floja tras perder los tres últimos partidos de la Ligue 1. El entrenador neerlandés esperaba contar con Aouar esta temporada si no salía y, de hecho, lo puso titular en el primer partido, pero luego no ha podido usarlo por diferentes motivos. Eso, unido a la salida de Paquetá, ha hecho que su equipo haya perdido calidad y alternativas en el centro del campo y ahora lo esté pagando.
El club ha sacado esta semana un comunicado de prensa en el que decía que no había dado un ultimátum a Bosz, que afronta cinco partidos en un mes para salir de su apurada situación (Lens, Toulouse, Rennes, Montpellier y Lille). Unos duelos en los que le gustaría contar con Aouar, aunque ya va asumiendo que difícilmente podrá hacerlo y que su salida está cantada.