Semanas decisivas de nuevo para el futuro de Loren Morón, que no entra en los planes de Manuel Pellegrini por más que recurriera a él por necesidad en la prórroga de la segunda semifinal de la Supercopa de España ante el Barcelona, cuando anotó un golazo de tacón que forzaría la tanda de penaltis. Con esa media hora larga, el costasoleño apenas suma 43 minutos en lo que va de curso, una miseria para su calidad y su sueldo, en un segundo escalón salarial de la plantilla desde su renovación en junio de 2020 hasta 2024. Golpeado física y anímicamente por la Covid-19, el delantero probó suerte lejos de Heliópolis el curso pasado, aunque apenas tuvo continuidad en el Espanyol, por lo que es reacio a salir de un vestuario que lo respeta y lo mima, donde se siente a gusto y querido. Pero no juega. Prácticamente nada.
El míster no lo manda a la grada ni lo excluye o aparta en los entrenamientos. Antes al contrario, apenas se pierde una convocatoria, aunque ni la visita copera al modesto CD Ibiza Islas Pitiusas le permitió quitarse el gusanillo. El brillante 2-2 en Riad le ha hecho reflexionar, porque ofertas nunca le han faltado. Desde el verano pasado, clubes andaluces de Primera y Segunda (Cádiz, Almería y Granada), más otros allende las fronteras de la comunidad autónoma (Rayo Vallecano, Mallorca, Alavés, Leganés, Sporting...), han llamado a su puerta, aunque Loren siempre tuvo claro su deseo de hacer cambiar la opinión del 'Ingeniero'. Ahora, el Tenerife ha dado un paso más llegando a un acuerdo con el Real Betis, según la Cadena Ser, para hacerse con sus servicios no ya este semestre, sino en propiedad por, al menos, dos años más. Un pacto con ciertas condiciones.
Así, desde tierras canarias apuntan que la entidad verdiblanca se haría cargo de unos 400.000 euros netos (un tercio de sus emolumentos anuales), mientras que se pide al propio marbellí que perdone otros tantos, asumiendo el 'Tete' lo que le resta por cobrar en la 22/23 y fijando un listón intermedio hasta 2025 o 2026, con lo que se lograría una rescisión más o menos satisfactoria, al menos para los dos clubes, que acordarían el mantenimiento en La Palmera de un porcentaje de los derechos del artillero por si fuera traspasado en el futuro. Según la misma fuente, los albiazules estaban pendientes de si tenía minutos este miércoles ante Osasuna en Copa, pero lo esperarán como máximo hasta el viernes. Entonces, activarían un 'plan B' que se le parece como un huevo a una castaña: Alberto Soro.
El atacante nazarí es un extremo o mediapunta que difícilmente podrá ejercer de referencia, como exige Luis Miguel Ramis en el Tenerife, también intentando persuadir al Sevilla para que le ceda (sin opción de compra) a Kike Salas y de contratar un lateral zurdo (gusta Vukcevic, del Rijeka), otro extremo y, si llega el dinero y se pone a tiro, un centrocampista. Con Loren han puesto toda la carne en el asador, aunque el bético no lo tiene tan claro. Sigue sin verse con otra camiseta por el momento, por mucho que su ostracismo sea flagrante. Pellegrini le ha confirmado que su situación será la misma de aquí a verano y que lo mejor es que salga. Puestos a ello, anteponiendo intereses familiares y sentimentales a los económicos, le gustaría echar una mano a Pepe Mel en la salvación del Málaga, pero no ha descartado ni mucho menos enrolarse en un proyecto más ambicioso como el insular. Lo consultará con la almohada.