Toda secretaría técnica, incluso con las serias limitaciones económicas que están condicionando el juego de las altas y las bajas en las últimas ventanas, está permanentemente en marcha. Cuando se abre un periodo de fichajes y también tras el 'deadline', porque, sobre todo en este contexto de tanta igualdad por debajo, los clubes tratan de imponerse a la competencia por los futbolistas que quedarán libres con anticipación y persistencia. Ocurrió recientemente con Guido Rodríguez, Rui Silva y Luiz Felipe, a los que se trató de reclutar a bajo coste a pocos meses del final de sus contratos, lográndolo en el caso del argentino y teniendo que esperar en los del portugués y el brasileño. Igualmente, las oportunidades que presenta el mercado, con efectivos descollantes que pueden sufrir una rebaja por el mal momento o la necesidad de sus dueños, suelen presentarse con más claridad en periodos intermedios, como ocurrió con Luiz Henrique.
En ese sentido, tanto el director general deportivo, Antonio Cordón, como el vicepresidente primero, José Miguel López Catalán, apuntaban esta semana que el Real Betis está en plena ebullición a pesar de que la competición oficial se ha detenido hasta las fechas colindantes a Nochevieja, que darán paso luego a un mes de enero en el que ya se podrán retocar las plantillas. Una especie de calco a la ventana estival, que tradicionalmente abarca del 1 de julio al 1 de septiembre o 31 de agosto, pero en la que hay operaciones incluso antes, una vez terminada la temporada previa. Con el Mundial de Qatar como coartada, las direcciones deportivas aprovecharán para analizar en qué pueden mejorar, lo que les sobra y lo que les falta.
Tenía razón la mano derecha de Ángel Haro en que habrá que estar pendientes de la Premier, de largo el campeonato con instituciones más pudientes por el mejor y mayor reparto de los derechos televisivos, pero, como coincide con el alto ejecutivo extremeño, la mejor alta para los heliopolitanos será el retorno de Juanmi, 'pichichi' de la 'era Pellegrini' en un jugoso mano a mano con Borja Iglesias, que se recupera de una grave lesión de tobillo. En ese perfil, por cierto, le faltó un hombre más al 'Ingeniero', pero se lo ha buscado con la promoción de Juan Cruz y estudia complementarla en cuanto pueda con la de Dani Pérez, a quien ve un futuro esplendoroso que podría ser hasta un poco de presente. Solventada esa especie de laguna, porque sólo vino Luiz Henrique, pero se fueron Tello y Lainez, poco más habría que buscar en enero para rematar un grupo con dos fichas profesionales libres, eso sí, e incluso una tercera, la de Camarasa, disponible.
Según ha podido confirmar ESTADIO Deportivo, la hoja de ruta del Betis para la ventana invernal pasa por recuperar a los lesionados de larga duración, afianzar las promociones de los hombres más interesantes del filial y no perder a nadie de los 'pesos pesados'. Atados por cláusulas iguales o superiores a los 100 millones de euros, en La Palmera están tranquilos con el compromiso de los Pezzella, Álex Moreno Guido Rodríguez, Canales, William Carvalho, Fekir o el 'Panda', que manejaron propuestas para marcharse más lucrativas que decidirse por su continuidad aquí (todos o casi todos renovaron a la baja o lo harán próximamente -el pivote-, dejando claro a sus pretendientes que no se plantearían nada, como mínimo, hasta el próximo 1 de julio de 2023). Por tanto, si se tratara de una casa de apuestas, la de que no habrá altas ni bajas a 31 de enero casi ni se pagaría por la mayoritaria adhesión.
El notable funcionamiento del 'plan 3.0' de Pellegrini es una de las razones de peso para no tocar nada y la implicación de todos con el sistema de rotaciones deja contentos, incluso, a los menos habituales, conscientes de que no van a pegarse un mes sin participar, por poner un ejemplo. Además, en la planta noble del Benito Villamarín verían amoral hacer un esfuerzo invernal para fichar sin graves ausencias o fugas de por medio, habida cuenta de que, aparte de que el consejo de administración tuvo que aportar 6,3 millones de euros de su patrimonio personal para cuadrar las cuentas, los propios componentes del plantel hubieron de diferir cobros a futuros años para redondear la planificación. Se les dejó claro que el esfuerzo era para inscribir a los compañeros que faltaban, no para nuevas altas.
Ya el próximo verano, dependiendo de las circunstancias y una vez restablecido el orden y 'devueltas' las cantidades 'prestadas', se estudiará el margen de maniobra, agrandado por el fin de contrato de hombres como Bravo, Camarasa, Guardado o Joaquín, así como alguna gran venta que sí urgiría. Con ese convencimiento, se escruta a conciencia el mercado de coste cero, que ofrecerá 'gangas' en casi todas las líneas, con varias operaciones ya en marcha y a la espera de resultados. Un nuevo 'puzzle' que, lógicamente, sería más sencillo de encajar al completo de mediar una clasificación para la Champions League, con los pingües beneficios que conllevaría.