El Real Betis ha decidido pasar a la acción contra el enésimo arbitraje escandaloso de Guillermo Cuadra Fernández en el partido liguero que este pasado domingo los heliopolitanos lograron vencer por 1-2 ante el Villarreal CF en el Estadio de La Cerámica, a pesar de tener que jugar con un hombre menos durante más de una hora. Según ha podido confirmar este periódico de fuentes directas, los servicios jurídicos de la entidad ya están trabajando en el recurso que van a presentar ante el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para evitar que el futbolista Chimy Ávila sea sancionado con un encuentro por esa polémica tarjeta roja que le mostró el colegiado balear, que además hizo gala de una actitud prepotente y chulesca, negándose a ir a ver la repetición al monitor y amonestando a todo aquel que osaba a recomendarle la revisión. Para colmo, desde el VAR, Valentín Pizarro Gómez no dijo esta boca es mía y permitió que su compañero en el campo se equivocase gravemente.
No deja de resultar curioso que, a esta hora del lunes 16 de diciembre, 15 horas después de la finalización del Villarreal-Betis, 'casualmente' siga sin compartirse el audio entre el árbitro y sus asistentes en el VAR que la RFEF suele publicar al poco de acabar cada encuentro. En la expedición bética, más que ese error que tanto le condicionó desde el minuto 34 de partido, lo que más molestó fueron las constantes provocaciones de Cuadra Fernández, quien además cambió su versión de los hechos; a buen seguro consciente de que las imágenes le delataban. En el campo, como mostraron las televisiones, se lee con claridad en sus labios que le explica a Marc Bartra que expulsa al Chimy "por pegarle dos patadas" a Álex Baena. "Primero le da con una y luego le derriba con la otra", le insiste al capitán visitante con gestos de lo más elocuentes.
Lo Celso, Bakambu y Pellegrini vieron amarilla por decirle que fuese a comprobar al monitor que no había sucedido así, que la entrada del argentino era fuerte y con el fin de cortar la transición amarilla, pero sin llegar a golpear al rival y por lo tanto debía quedarse en una amonestación por juego brusco o por uso excesivo de la fuerza. En cambio, a la hora de redactar el acta y después de ver la jugada en su despacho, decidió modificar su argumento y, literalmente, asegura que expulsa al Chimy "por realizar una entrada a un adversario por detrás derribándolo, sin ninguna intención de jugar el balón y teniendo al contrario por objeto. Posteriormente le lanza una segunda patada, ésta sin llegar a alcanzarle". Tampoco se ajusta a la realidad: es una entrada fuerte (con innecesaria vehemencia), en la que queda claro que Ávila paga por su mala fama y por lo que parece más que por lo que fue. "Lo ha visto todo el mundo, ¿no? Yo estoy tranquilo", decía el '9' verdiblanco a su llegada a Sevilla a los compañeros de Zona Mixta y El Chiringuito.
En el Betis consideran muy grave que no vaya a comprobarlo al VAR, pero aún más que insista en decir que impacta en el rival cuando en las repeticiones se ve con nitidez que no es así. Tampoco es una acción por detrás, sino en horizontal para cortarle el paso. Lo peor es que no se quedó ahí la cosa. Cuadra Fernández también señaló un penalti por supuesta mano de Lo Celso en un balón que se ve sin dificultad que le pega en el pecho. El balear señalaba los once metros sin atender a razones hasta que su juez de línea, la extremeña Guadalupe Porras, le salvó de otra pifia comunicándole que en cualquier caso había fuera de juego previo. La calamitosa actuación la culminó chuleando a Vitor Roque (19 años, tiene el chaval) tras pitarle una falta, como poco, dudosa. "¿Ah, que no le has tocado, dices? Pues toma, una amarilla", le espetó, guiñándole el ojo con desdén y cierto complejo de superioridad.
Aún quedaba una sorpresita más en el acta de Cuadra Fernández, que recogió en el tiempo de descanso se le acercó el director deportivo del Betis, Manu Fajardo, para protestar por la expulsión y decirle "Siempre es lo mismo con nosotros, no tenéis el mismo criterio, siempre igual". No recoge que haya insultos ni actitud violenta, pero se esfuerza en describir que "le miraba fijamente". Ni siquiera sabía quién era, pero cuando lo supo... al acta directamente. Más allá de lo inapropiado o no de ir a hacerle observaciones al árbitro, al dirigente no le faltaba razón: en los cuatro últimos partidos con ese mismo colegiado, tres expulsiones controvertidas para el equipo verdiblanco. Y si sólo fuese cosa del Betis... Cabe recordar que Cuadra Fernández ya ha pasado varias veces por la nevera por líos de este estilo. Por todo ello, como se quejó Ángel Haro, el club se siente insultado. Por desgracia los antecedentes invitan a pensar que ni Competición ni Apelación atenderán el recurso. TAD y justicia ordinaria, alternativas.
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